Los colegios electorales de Irlanda del Norte cerrarán a las diez de la noche de este jueves, y hasta mañana por la mañana no empezará el recuento de los votos. Así y todo, el principal partido partidario de la reunificación de la isla, Sinn Féin, es el favorito para ganar los comicios por primera vez en la historia. En una entrevista publicada hoy por la agencia Efe, los líderes de los nacionalistas norirlandeses han dejado claro que su objetivo es conseguir un referéndum de reunificación. "Nosotros, como partido, siempre lo hemos querido. La abrumadora mayoría de la gente de toda Irlanda quiere la reunificación. Lo que queremos es que los Gobiernos de Dublín y Londres empiecen a planificar de una manera estructurada cómo se duró a término", ha indicado el ministro de Economía, Conor Murphy.

Referéndum de reunificación

"Por descontado, la unificación y el futuro constitucional del país es siempre el telón de fondo en todos los comicios. Ahora el equilibrio de poder ha cambiado, la mayoría unionista que aseguraba la unión (con la corona británica) en el norte ha desaparecido", celebra Murphy, sin fijar ninguna fecha. Aunque Mary Lou McDonald, presidenta del Sinn Féin en la República de Irlanda e Irlanda del Norte, aseguró el año pasado que habrá un referéndum en la próxima década. La convocatoria de una consulta, en la cual votarían al electorado del norte y sur de la isla, depende de Londres, que ya ha advertido que todavía no se dan las circunstancias demográficas o políticas para hacerlo.

Preparar el camino

Murphy, por su parte, cree que en estos momentos lo principal es "preparar el camino de manera contraria" a cómo lo hizo Londres con el referéndum del Brexit, cuando la "ciudadanía votó sin saber qué votaba", ha opinado. En este sentido, la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha tenido un gran impacto en Irlanda del Norte. La mayoría de su electorado lo rechazó y Sinn Féin, contrario a la salida del bloque comunitario, recoge ahora los frutos de esta indignación. El Brexit ha puesto sobre la mesa el controvertido 'protocolo de Irlanda del Norte', un instrumento diseñado por Londres y Bruselas para inspeccionar las mercancías que llegan desde Gran Bretaña y evitar la entrada incontrolada de productos en el mercado comunitario europeo, al mismo tiempo que impide una frontera dura entre las dos Irlandas, clave para respetar el proceso de paz y el Acuerdo del Viernes Santo. De hecho, el rechazo de los unionistas (DUP) a ser tratados de manera diferente a los británicos fue el que provocó la renuncia del anterior líder del gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas.