Francia ha vivido cinco noches de graves disturbios a partir de la muerte del joven Nahel, de 17 años, en manos de la policía. La violencia ha estallado en la calle de muchas ciudades del país, especialmente de París, y se han tenido que imponer toques de queda en algunas localidades. Incluso, se ha llegado a limitar la circulación de personas durante la noche. Este viernes ha vuelto a haber centenares de personas detenidas, cuya media de edad es de 17 años. Las autoridades han reclamado responsabilidad a los padres y que no dejen que sus hijos participen en los disturbios.