Un día después del naufragio de un pesquero en las costas de Grecia con centenares de migrantes a bordo, la posibilidad de encontrar supervivientes desaparece. Según ha informado a EFE Nikos Alexíu, portavoz de los guardacostas griegos, las condiciones climatológicas en la zona del mar Jónico han empeorado este jueves con fuertes vientos, hecho que ha dificultado las operaciones de rescate. Con todo, ocho embarcaciones y un helicóptero continúan con las tareas en el lugar del naufragio, que ha dejado al menos 78 muertos.

Diferentes cálculos apuntan a que en el pesquero de tan solo 30 metros de eslora podrían haber viajado entre 500 y 750 migrantes, incluyendo muchas mujeres y niños, que viajaban en la bodega del barco, y que se teme que podrían haber quedado atrapados en el momento del naufragio, que se produjo a 75 kilómetros de la costa. Desgraciadamente, no hay ninguna mujer ni niño entre los 104 rescatados, que son hombres mayores de edad procedentes del Pakistán, Afganistán, Egipto, Siria y Palestina. Los supervivientes han sido trasladados a la ciudad portuaria de Kalamata, donde buscan sus seres queridos.

Acusaciones a la guarda costera griega por no haber impedido la tragedia

La tragedia no está libre de polémica. La embarcación había partido con destino a Italia desde el este de Libia, y según las autoridades griegas, los guardacostas habían localizado desde el martes la embarcación sobrecargada navegando en aguas internacionales en el sur del Peloponeso. Aseguran que ofrecieron repetidamente asistencia al pesquero mediante teléfono satélite y embarcaciones privadas que fueron enviadas a la zona, pero los supuestos responsables a bordo rechazaron la ayuda. Por este motivo, varios medios y organizaciones internacionales acusan la guardia costera de Grecia de no haber actuado mejor para evitar la que podría ser una de las tragedias migratorias mayores de la historia en el Mediterráneo.

"Este barco no estaba en condiciones de navegar y no importa lo que hayan dicho algunas personas a bordo", señaló este jueves Vincent Cochetel, enviado especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados para el Mediterráneo occidental y central. Por otra parte, Alarm Phone, una red de activistas que dirige una línea directa para barcos de migrantes en peligro, ha señalado en un comunicado que desde el martes habían informado a las autoridades de que la embarcación se encontraba en peligro. "Grecia y otras autoridades europeas eran muy conscientes de la presencia de este barco, sobrecargado y no preparado para una travesía marítima y no se lanzó una operación de rescate", ha afirmado la organización. Alexíu, portavoz de los guardacostas, se ha defendido y ha afirmado que "una intervención brusca para rescatar un barco con tanta gente podría haber producido un cambio repentino de carga", hecho que hubiera producido el hundimiento del pesquero.

Por otra parte, los activistas han denunciado, a partir del testimonio de algunos supervivientes, que el capitán abandonó el barco en un bote antes de que este volcara. Según la televisión privada ERT, ocho hombres de nacionalidad egipcia están siendo interrogados bajo la sospecha de ser los traficantes de personas responsables del barco.