Taiwán cree que China se está preparando para encontrar un "pretexto para practicar su futuro ataque" en la isla. Así lo habría expuesto el ministro de Relaciones Exteriores del país, Joseph Wu, después de un año récord con respecto a las amenazas del gigante asiático contra el cual considera parte de su territorio.


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En este sentido, ha constatado que las comunicaciones podrían disminuir todavía más ahora que el presidente chino, Xi Jinping, ha asegurado su tercer mandato, con las purgas políticas que estuvo el mes pasado de miembros del partido comunista rival. Así, los lazos oficiales que quedaban han quedado muy perjudicados. En una entrevista en el diario The Guardian, Wu ahuria dicho que la amenaza militar china era ahora "más grave que nunca, con un aumento cinco veces de la presencia de aviones de combate en la zona de defensa de Taiwán desde el 2020.

Tensión máxima en Taiwán el mes de agosto

El ataque más serio y preocupante de la actividad militar china fueron los ejercicios con fuego el pasado mes de agosto. Tuvieron lugar justo después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de los EE.UU., Nancy Pelosi, visitara Taiwán. Funcionarios chinos dijeron que los ejercicios, que incluyeron también lanzamiento de misiles, fueron una prueba de las tácticas de bloqueo que algún día utilizarían de verdad contra Taiwán. Los analistas sugirieron que seguramente estos ejercicios y maniobras hacía tiempo que se estaban planificando.

¿Por qué China quiere atacar Taiwán?

China no se ha querido poner mucho con Rusia. No quiere perder fuerzas en una guerra que no es la suya. Lo que sí que ha cambiado es que estamos en una coyuntura de oportunidad y que significa que hasta ahora estaba en un entorno pacífico y ahora se ha entrado en otro nivel. El partido tiene una misión histórica por cumplir y es la misión de reunificar e incorporar Taiwán a China. Y Taiwán no tiene intención de ser una provincia china", explicaba hace unos días el profesor en historia y cultura de la China moderna y contemporánea de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Manel Ollé, en conversación con ElNacional.cat.

El asunto de Taiwán y las ganas de Xi de 'recuperarlo' fueron protagonistas en su discurso en el congreso chino del Partido Comunista. "Es complejo y arriesgado, no harán ninguna maniobra hasta que no lo vean seguro". El que tenía claro Ollé es que los Estados Unidos, Japón y Australia –y Occidente- ayudarán Taiwán a defenderse, suministrando armas. "Hay una posición más de compromiso". "Si pasa alguna cosa allí, habrá consecuencias muy importantes", destaca. Quizás, incluso, más de lo que está pasando con la guerra de Rusia en Ucrania. "Paralizarían gran parte de la industria internacional. Tendría un impacto grandioso, paralización de bienes y la economía mundial".

Xi ha remodelado la estructura y "se ha rodeado de gente muy adicta a él, y, por lo tanto, son muy próximos, y la información que le llega, crítica y analítica, se puede ir reduciendo, sobre todo, de la visión de la vida mesiánica, visión de líder de un proyecto de la historia que va en esta dirección". Así, el profesor comentaba que este hecho lo puede llevar a hacer "cosas muy graves o ponerlo en una situación complicada".

"Puede ser algo que lleve una gran crisis a China. Taiwán está muy bien equipada, es una economía muy potente y es una guerra que se podría desarrollar en términos tecnológicos, aislar la isla físicamente, hundir el sistema electrónico para que se quede sin electricidad... podría ser una guerra de alta tecnología. No sería como la guerra a Ucrania, sino de tecnología punta".

 

Imagen principal: el presidente chino, Xi Jinping / Europa Press