En uno de los episodios de la primera temporada de The Crown, una joven Isabel II de Inglaterra se quejaba de que en menos de diez años de reinado, había tenido tres primeros ministros "ambiciosos, inteligentes, brillantes" y ninguno de ellos había acabado su mandato: habían sido demasiado viejos, demasiado enfermos o demasiado débiles. Una "confederación de derrotistas escogidos democráticamente", los nombraba. Ahora, después de 75 años al frente de la monarquía británica, está a punto de reunirse con el 15.º, después de la dimisión de Boris Johnson este verano.

El próximo martes, los conservadores escogerán a su nuevo líder y, por lo tanto, el nuevo premier del Reino Unido. Con todo, la ya avanzada edad de Isabel II y el hecho de que las primarias se hacen durante el periodo estival han provocado un cambio sin precedentes: la reina no se reunirá con su 15.º primer ministro, que podría ser una mujer por tercera vez, ya que la preferida en las encuestas es Liz Truss, en la que durante años fue su hogar, Buckingham Palace. Según ha anunciado palacio, la soberana se encontrará con el ganador de las primarias en Balmoral, su palacio de Escocia donde cada año pasa el verano.

Isabel II sufre "problemas de movilidad"

Se trata de una decisión histórica, que aunque se puede justificar por el hecho de que Isabel II vuelve hacia la ciudad cuándo acaba el verano, demuestra que, a sus 96 años, Isabel II también se ha hecho mayor y, tal como reconocen desde su equipo, sufre "problemas de movilidad". Estos ya se hacen hacer notar durante la celebración de su jubileo, cuando solamente asistió a algunos de los actos para conmemorar su largo reinado. Por eso, aunque no parece tener ninguna intención de abdicar en su hijo Carlos, él y su familia cada vez asumen más compromisos. Pero el recibimiento al nuevo primer ministro es algo que solamente puede hacer la monarca.

Winston Churchill, su primer primer ministro

Además, hay que tener en cuenta que la Reina ya no reside en Londres, sino que lo hace al Palau de Windsor, a 40 kilómetros de la ciudad. Su primer primer ministro fue Winston Churchill, que mantenía una relación muy especial con su padre y que, según dicen sus biógrafos, también ayudó a Isabel II a adaptarse al cargo. Fue él la persona que la fue a recibir cuando aterrizó por primera vez en Londres como reina, ya que su padre murió cuando ella, todavía princesa, se encontraba de viaje a África. Desde entonces, la Reina ha tenido una relación muy estrecha con todos los residentes en Downing Street, pues antes de la pandemia se reunía semanalmente y, a partir de la covid, estas reuniones se han mantenido, aunque por teléfono.