Mientras disminuyen los glaciares, los turistas aumentan. Recientemente, los 53 países que forman parte del Tratado Antártico, el sistema que regula las relaciones internacionales de la Antártida, se han concentrado en Praga para estudiar los retos que presenta el sexto continente, entre los cuales se encuentran el cambio climático y el auge del turismo, que supera ya el número de científicos que investigan el área.

Según la IAATO, la Asociación Internacional de Operadores Turísticos, la Antártida recibió la temporada 2012-2013 a unos 34.316 turistas, mientras que en el 2018 han llegado a visitar la zona 56.000 personas. Eso supone un incremento de entre un 38% y un 39% en seis años, cifras que sobrepasan a los 4.400 investigadores que estudian la zona durante los meses de verano.

Los datos, según informa eldiario.es, los ha ofrecido el viceministro de Medio Ambiente checo, Vladislav Smrz durante la reunión anual que realiza el Sistema del Tratado Antártico donde desarrollan normas para gobernar y proteger el medio ambiente y garantizar la cooperación científica en el nuevo continente. Es por eso que ya se han tomado nuevas medidas para regular el turismo como la prohibición de drones recreativos.

La directora del Programa Antártico de EEUU, Kelly Falkner, ha matizado que la parte positiva del turismo es cuando los visitantes van con intención de aprender, ya que "cuando vuelven, son como embajadores para el resto del mundo". Los turistas estadounidenses representan un tercio del total, mientras que la presencia turística en España en la Antártida es escasa.

La cumbre de los Estados miembros del Tratado del Atlántico finalizará el día 11 de julio. Posteriormente se emitirá un informe con medidas, decisiones y resoluciones que cada país deberá adoptar en su legislación estatal. Aún así, Falkner afirmó que esta aplicación puede tardar años, ya que "en nuestro caso, dependemos del Congreso".