Este martes, Julian Assange afronta un día clave que marcará su futuro: empieza la vista ante el Tribunal Superior de Londres, que es su última oportunidad de esquivar las autoridades estadounidenses. Concretamente, este tribunal decidirá si permite a Assange volver a recurrir su caso en este país, cosa que iniciaría un nuevo juicio de apelación, o si, en cambio, tiene que proceder a la entrega a los EE.UU. En su defensa está Baltasar Garzón, abogado y exjuez español, quien en declaraciones a Catalunya Ràdio ha advertido que en esta vista "está en juego su vida, y la libertad de prensa".

Además, Garzón ha alertado sobre el estado en que se encuentra Assange, que hace más de una década que trata de evitar la extradición. "Su salud es muy delicada", ha apuntado su abogado, quien ha descrito las condiciones en que se encuentra en la prisión: "Se pasa casi todo el día en una celda de dos metros. El deterioro de su salud es manifiesto y grave".

Como el resto de su entorno, Garzón no se ha mostrado especialmente optimista con el posible resultado de la vista: "El gran pecado de Assange ha sido enfrentarse al poder, y a los Estados Unidos. Ha puesto en evidencia la violación de derechos humanos. Es muy difícil que se lo perdonen". La estrategia de la defensa, en caso de que el tribunal se decante por extraditarlo, consiste en presentar una 'orden 39' urgente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para que lo detenga, antes de solicitar que el caso sea revisado por el tribunal europeo. Sin embargo, Garzón ha advertido que un dictamen favorable del TEDH no asegura que el Reino Unido acate la justicia europea. Como ya ha pasado con el plan de deportar migrantes en Ruanda, el gobierno británico puede ignorar la justicia europea.

Pesimismo en el entorno de Assange

Desde WikiLeaks, se ha hecho un nuevo llamamiento por su liberación. Sin embargo, el actual presidente de la organización, Kristinn Hrafnsson, ha afirmado que es muy probable que Assange sea extraditado esta misma semana. "Lo que pasará posiblemente es que, después de valorar el recurso, los dos jueces se marcharán a tomar una taza de té y dos horas después volverán diciendo que lo desestiman y que hay un avión esperando a Assange para extraditarlo a los Estados Unidos de manera inmediata", ha apuntado.

Su mujer, Stella Assange, también ha mostrado cierto pesimismo por el futuro de su marido. Aunque ha denunciado públicamente: "Si Julian es extraditado en los Estados Unidos, morirá". "Este es el recurso final de Julian. Si pierde esta ronda, será el final del camino en los tribunales del Reino Unido. No hay posibilidad de apelación. Por descontado, él intentará recorrer ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero el Gobierno británico intentará extraditarlo", ha lamentado.