El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha afirmado este jueves que las tres instalaciones nucleares iraníes golpeadas por los Estados Unidos han sufrido "daños muy, muy, muy significativos". En una nueva valoración sobre la operación bautizada como Martillo de Medianoche —que, según el Pentágono, ha sido la culminación de 15 años de preparativos—, Grossi ha matizado que, si bien considera "excesivo" hablar de complejos "destruidos", sí que puede confirmar que ha habido daños muy significativos tanto en Fordó como en Natanz y Isfahan. "Creo que la palabra 'destruido' es excesiva, pero las instalaciones sufrieron daños enormes", ha asegurado el argentino, que ha remarcado el consenso dentro de la comunidad internacional sobre la gravedad de las afectaciones.
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, contestó las preguntas de RFI, evitando dar por destruido el programa nuclear iraní pese a los enormes daños sufridos. ¡Escúchenlo!
— RFI en Español (@RFI_Es) June 26, 2025
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El jefe del OIEA ha expresado su preocupación por la negativa de Irán a reanudar las inspecciones nucleares después de los bombardeos norteamericanos. En una entrevista en la radio francesa RFI, Grossi ha reconocido que hay "una cierta tensión" entre la agencia de la ONU y Teherán, y ha atribuido el bloqueo actual a "voces políticas" dentro del régimen que consideran que el organismo "no fue imparcial" por el hecho de que no condenó los ataques israelíes. Esta desconfianza ha llevado al parlamento iraní a votar a favor de suspender la cooperación. Según Grossi, después del paro de las hostilidades envió una carta al ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, proponiendo una reunión y ofreciéndose a viajar "enseguida" al país para reanudar las inspecciones, pero todavía no ha recibido ninguna respuesta. El argentino ha advertido que, si no se consigue restablecer el control internacional, Irán podría quedar fuera del Tratado de No Proliferación, una situación que ha calificado de "gravísima" y que "no es ni la voluntad ni el interés" de Teherán.
Grossi ha recordado también que, incluso antes del estallido del conflicto armado con Israel, la cooperación de Irán con el OIEA ya era muy limitada. "Había muchas cuestiones a las cuales Irán no respondía de manera conveniente", ha explicado. El director general ha detallado que la agencia había detectado restos de uranio en sitios donde no tendrían que haber aparecido y que las explicaciones ofrecidas por Teherán "no eran creíbles". "Había disimulo y, en cualquier caso, no había transparencia", ha afirmado con contundencia. Sin embargo, Grossi ha querido remarcar que, aunque la república islámica dispone de lo bastante material para fabricar en torno a una decena de bombas atómicas, tal como él mismo ha señalado reiteradamente, "Irán no tenía el arma nuclear".
Con respecto a las declaraciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que aseguró que los bombardeos norteamericanos contra instalaciones nucleares alejarán "durante décadas" la posibilidad de que Irán desarrolle una bomba atómica, Grossi ha matizado que se trata de una afirmación "más bien política" con un objetivo de carácter militar. Sin embargo, el director general del OIEA ha reconocido que, a raíz de la destrucción provocada por la operación Martillo de Medianoche, "ahora será mucho más difícil para Irán continuar con el ritmo que llevaban". En este sentido, ha precisado que los centrifugadores de la planta de Fordó "ya no están operativos" después de los ataques de los Estados Unidos.