Estados Unidos podría estar a punto de dar un paso sin precedentes en su política exterior en América Latina. Según ha revelado la cadena NBC News citando fuentes próximas a la Casa Blanca y al Pentágono, el gobierno norteamericano está ultimando planes para llevar a cabo ataques militares contra cárteles de la droga en el interior de Venezuela. Aunque el presidente Donald Trump todavía no ha autorizado formalmente ninguna operación, el despliegue de posibles acciones ya está en marcha, y varios mandos militares trabajan con el horizonte de actuar en cuestión de semanas. Esta operación, en caso de producirse, representaría una nueva escalada en la campaña que el ejecutivo republicano mantiene contra el narcotráfico y el régimen de Nicolás Maduro. En las últimas semanas, Trump ha afirmado que el ejército norteamericano ya ha atacado a tres barcos venezolanos que presuntamente transportaban drogas destinadas al mercado norteamericano. Aunque no se han aportado pruebas concluyentes, un funcionario de República Dominicana y un representante de la embajada de Estados Unidos confirmaron en una rueda de prensa que se recuperaron sustancias ilícitas en el agua después de uno de estos ataques.

Un eventual ataque en territorio venezolano podría materializarse en cuestión de semanas, pero todavía resta pendiente la autorización definitiva de Trump. Dos de las personas consultadas por NBC apuntan que la motivación detrás de esta escalada militar es la percepción de que el gobierno de Maduro no está tomando las medidas necesarias para frenar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Los planes que se están considerando incluyen operaciones con drones contra líderes y miembros de los cárteles, así como ataques dirigidos a laboratorios donde se producen estupefacientes. El contexto militar también se ha ido intensificando, ya que las fuerzas armadas norteamericanas han desplegado al menos ocho barcos con más de 4.000 efectivos en las aguas del Caribe y han trasladado aviones de combate F-35 a Puerto Rico.

A pesar del incremento de la presión militar, dentro de la misma administración Trump hay voces que expresan frustración por el hecho de que las acciones llevadas a cabo hasta ahora no hayan provocado una respuesta política relevante por parte de Maduro. Así lo han explicado fuentes oficiales a NBC, que también apuntan que la Casa Blanca se ha encontrado con más resistencia —interna e internacional— de lo que había previsto a raíz de los ataques a los barcos presuntamente vinculados al narcotráfico. Esta situación ha forzado una reevaluación estratégica de los próximos movimientos. A pesar de eso, un alto funcionario del gobierno ha asegurado que el presidente Trump "está listo para usar todos los elementos del poder americano para parar las inundaciones de drogas en nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia".

Diálogo fallido

Esta misma semana se ha conocido que Maduro hizo llegar a Trump una carta en que expresaba su voluntad de abrir un canal de diálogo. Así lo reveló una publicación oficial del gobierno venezolano en redes sociales. No obstante, la respuesta de Washington ha sido contundente. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó el lunes que el presidente había recibido la carta, pero rechazó rotundamente el contenido. "Francamente, creo que Maduro repite muchas mentiras", afirmó durante una rueda de prensa. Leavitt también dejó claro que la postura de Estados Unidos hacia Caracas no se ha modificado: "Consideramos al régimen de Maduro ilegítimo, y el presidente ha demostrado claramente que está dispuesto a utilizar todos los medios necesarios para detener el tráfico ilegal de drogas mortales desde el régimen venezolano hacia Estados Unidos".