La República Islámica de Pakistán vive un momento de agitación después de que la formación del líder de la oposición encarcelado Imran Khan —que no ha podido ser candidato personalmente— haya quedado primera en las elecciones celebradas el jueves pasado. A pesar de haber quedado como primera fuerza con 101 escaños de 265, según el informe provisional de la Comisión Electoral del país, el partido de Khan, el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) no podrá llegar al poder por no haber alcanzado la mayoría simple de 133 escaños que le permitirían gobernar en solitario. La polémica, sin embargo, llega porque el partido de Khan, exestrella de criquet y ex primer ministro (2018-2022), denuncia que la Comisión Electoral ha manipulado el resultado para impedir que pueda formar gobierno y ha hecho un llamamiento a protestar en las calles para exigir que se impugnen los resultados.

La victoria del partido de Khan ha sido toda una sorpresa en el Pakistán, ya que estando la cara visible encarcelada y en medio de una ofensiva judicial que puede deshacer el partido, se pensaba que eso debilitaría la candidatura. De hecho, en abril del 2022 fue expulsado del gobierno a través de una moción de censura y desde agosto del 2023 fue condenado por corrupción en varias causas que suman hasta 20 años de prisión, entre grandes protestas en las calles. Aparte, su principal rival, el ex primer ministro en tres ocasiones Nawaz Sharif tenía el apoyo tácito del Ejército pakistaní, con mucho de poder e influencia en la política del país. Finalmente, sin embargo, la conservadora Liga Musulmana (PML-N) de Sharif ha quedado en segunda posición con 75 escaños.

Manifestaciones por todo el país

Después de que se conocieran los resultados, varios partidos, incluido el PTI de Khan, han protagonizado protestas por todo el país para denunciar este supuesto fraude electoral, delante las sedes de la Comisión Electoral en Islamabad, Rawalpindi, Peshawar y Lahore. Manifestaciones que en algunos casos acabaron recibiendo como respuesta de las autoridades una fuerte represión policial con gases lacrimógenos. La policía de Islamabad, de hecho, ha impuesto como a medida excepcional en la capital la prohibición de cualquier "reunión ilegal", para evitar más protestas.

Sin mayoría, se buscan alianzas

Según el informe provisional de la Comisión Electoral del Pakistán (EPC), completado hoy, cuatro días después de las elecciones, los independientes, en su mayoría apoyados por el PTI, obtuvieron la primera mayoría con 101 escaños de los 265 en la carrera. Detrás de ellos está la Liga Musulmana del Pakistán (PML-N), con 75 escaños. El Partido Popular del Pakistán (PPP) de Bilawal Bhutto-Zardari va detrás con 54 miembros. Ningún partido reunió mayoría suficiente para formar un gobierno en solitario, por lo cual todos los ojos están puestos en la formación de alianzas para constituir una mayoría. Por su parte, la Liga Musulmana del Pakistán y el PPP trabajan en un principio de acuerdo conjunto, mientras que el presidente del PTI de Khan, Gohar Alí Jan, ha descartado cualquier tipo de conversación para negociar un gobierno de coalición y ha asegurado que la formación preferirá continuar como la gran representación opositora al país.