En abril tenemos muchas ganas de hacer cosas: planes outdoor, ese sol que no molesta, esa primavera que acaba de explotar, esos amores que acaban de empezar…

Y cambiar el armario, y comprarnos esa camiseta naranja o azul royal que te transforma el look. Y claro, entre las tapitas en las terrazas, el vermouth en el mirador y los cócteles por la noche mirando las vistas, nos damos cuenta que el precio de la vida, y sobre todo en del ocio, han subido mucho… Y que hemos gastado más de lo que pensábamos esta Semana Santa (¡Sin restricciones por fin, qué ganas le teníamos!). La buena noticia es que con el vino podemos seguir gozando de grandes copas que nos dan aromas extrovertidos de frutas de la temporada gastando solo un billete rojo. Sí sí: en este artículo, para tu alegría, hablo de vinos buenos, bonitos y baratos.