Dice el refrán que la vida da muchas vueltas acabas volviendo al principio y viene a significar que es bueno tener inquietudes para ver mundo y conocer cosas nuevas, pero que finalmente se acaba volviendo en casa, con los tuyos y con aquello que conoces. Este viaje vital, en esta ocasión, es para dos hermanos, Eric y Jessica León y el punto de partida y de vuelta es su Vilanova del Vallès natal.

Una reforma y una experiencia vital

Sus padres regentaban el Bar Vilanova, un bar popular que abrió las puertas el año 1989. Ya hace casi tres años que los hermanos reformaban de cabo a rabo el bar y lo acomodaban para convertirlo en su proyecto vital: un restaurante gastronómico y democrático, apto para todos los bolsillos. Un punto de partida común, habiendo trabajado en las cocinas y salas de varios proyectos como Mugaritz (como stagiers), el Blanc del Hotel Mandarin Oriental, el 5 de Paco Pérez o el fugaz (y recordado) 4 con 5 Mujades de Barcelona. Lustre y salvia nueva por aquel bar donde los padres ofrecían tapas, vermús y conversaciones tras la barra.

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Los hermanos León en la entrada del Vilanova Casa de Menjars / Foto: Jordi Domènech

Vilanova Casa de Menjars: ningún paladar sin fiesta

La informalidad continúa presente, pero la trayectoria profesional de los León se huele en el tipo de sala que trabaja Jessica, a veces apoyada por Eric que deja los fogones para llevar platos, y con una cocina a la vista, dinámica, bien aprovechada. Tiene buena pinta, y desprenden el entusiasmo de quien batalla diariamente un proyecto propio, conectando lo que han aprendido con aquello que conocen: pan de masa del Forn Villa, los embutidos de Cal Cabré, huerta próxima regentada por amigos de la familia, atención en las viñas locales (como Can Matons)... El entorno los brinda, según la sintonía de la temporada, lo necesario para elaborar una cocina con tradición revisada, tamizada por la técnica, luciendo emplatados trabajados y mostrando una visión de negocio muy lista: ningún paladar se queda fuera de esta fiesta.

Hacen unos arroces buenísimos, y el canelón tradicional de pularda y setas con crema de foie cuenta con numerosos adeptos, así como tienen su público fiel las croquetas de gamba o asado. La base es común a todo lo que hacen en el Vilanova Casa de Menjars: sabor reconocible y trabajar con un producto excelente. Ahora bien, quien busque una cocina más elaborada disfrutará como nunca con el calamar y foie, pasados a la brasa Josper y con un lecho de crema de maíz. O con las sabrosas manitas de cerdo guisadas con crujiente de bogavante y rebozuelos. Vilanova Casa de Menjars es eso: una casa de comer con esencia de ayer, pero actualizada a cómo el comensal disfruta hoy en día.

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El famoso canelón tradicional de pularda y setas con crema de foie / Foto: Marta Garreta

Se sustenta en un ticket medio bastante contenido, que ronda los 35 €. Tienen un menú del día que les vuela de las manos a los mediodías: por 26 €, muchos de los platos de la carta están disponibles en esta selección de 15 platillos (contando los postres) que van cambiando a menudo. En este precio no se incluye las bebidas, pero sí el agua y el pan. Y como es imaginable, no pueden evitar muestra su alma de alta cocina ofreciendo un menú festival con una selección de aperitivos, 4 platillos de temporada y postres, por 56 €.

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La sala en cocina abierta del Vilanova Casa de Menjars / Foto: Jordi Domènech

Los vinos tienen su cuota de protagonismo. "El gusto del comensal es tan particular y personal que disfrutamos mucho recomendando entre las 100 referencias que actualmente tenemos a la carta", explica Eric. Hay que destacar también los vinos a copas del día, que van rotando, pero siempre contado con vinos catalanes y de Espanya (y a menudo con alguna referencia internacional) que han escogido a título particular por su unicidad. Nada falta en esta casa, postulándola como uno de los restaurantes idóneos para hacer una escapada gastronómica a escasa media hora de Barcelona.