A veces nos olvidamos de que la cocina mediterránea no es solo la de casa, la italiana y la griega, sino que es también la cocina de la otra orilla, donde la verdura abunda por todas partes y el tahini sobresale en los fondos de los platos. Un buen lugar para recordarlo está en el restaurante La Balabusta, donde ponen en mesa recetas del Levante y ya se han convertido en un sitio que se llena de clientes ávidos de romper su adictivo pan challah que acabará, a buen seguro, mojado en uno de los mejores hummus de la ciudad.

La sala diáfana de La Balabusta incorpora una cocina abierta donde el personal hace su danza gastronómica particular a fin de que los platos todo salgan redondos y a tiempo. La claridad baña el espacio en cualquier día, ya que recibe la luz de la calle de Enric Granados, que de todas las luces que hay en las calles de Barcelona es quizás una de las más agradables.

Platillo del restaurante La Balabusta / Foto: Rosa Molinero Trias
Uno de los platillos del restaurante La Balabusta / Foto: Rosa Molinero Trias

La carta es lo bastante larga para que todo el mundo pueda encontrar los platos que más le guste, pero lo bastante corta para no cansarse demasiado y escoger con rapidez, con alérgenos debidamente indicados (pero no el grado de picante, así que los estómagos sensibles tendrán que preguntar). Tienen carta de día y de noche, de brunch, y también de fin de semana, cosa que nos hace saber que están casi siempre abiertos (es uno de mis lugares comodín al que recurro en días festivos cuando nadie más abre). Los precios, que se elevan bastante en los platos fuertes de carne y de pescado, valen la pena, como las brochetas de pollo a la barbacoa, con un marinado de especias suaves y con un toque dulce, que son de un tamaño impresionante y vienen acompañadas de patatas en la salvia.

La carta es lo bastante larga para que todo el mundo pueda encontrar los platos que más le guste, pero lo bastante corta para no cansarse demasiado y escoger con rapidez

Pan challah y hummus del restaurante La Balabusta / Foto: Rosa Molinero Trias
Pan challah y uno de los mejores hummus de Barcelona / Foto: Rosa Molinero Trias

Uno de los imperdibles de La Balabusta es la berenjena asada acompañada de hummus, que llega a mesa con un huevo hervido que conserva el punto cremoso de la yema y que picado sobre el conjunto pone un punto proteico, de textura y sabroso. La berenjena, perfectamente cocinada, descansa sobre un hummus blanco y esponjoso que es la mejor de las salsas.

Berenjena y huevo hervido del restaurante La Balabusta / Foto: Rosa Molinero Trias
La berenjena asada y la cremosidad de la yema de huevo hervida / Foto: Rosa Molinero Trias

Otro entrante ganador es la pequeña ensalada de tomates (que ojalá fuera el doble de mayor), condimentados con menta, salvia, orégano y unos trozos de naranja, que hacen de soporte a unos trozos de queso halloumi a la plancha. La Balabusta ha hecho una apuesta clara en el apartado líquido de la carta por los vinos naturales, también confecciona a su manera, opciones sin alcohol, como la limonada rosada, y también cócteles refrescantes que los cocineros se han ingeniado con notas de pepino y anís.