En el local número 5 de la plaza de los Rabassaires, en el barrio de Volpelleres de Sant Cugat del Vallès, podemos encontrar la Taberna 1984, un acogedor restaurante que se define a sí mismo como un establecimiento con “alma de barrio”. Lo cierto es que la carta ofrece una exquisita selección de platos y tapas que podrían haber salido del recetario de nuestras abuelas —eso sí, sin dejar de lado un toque moderno y siempre abasteciéndose de productos frescos y de temporada directamente del mercado.

Deliciosas tapas que dan ganas de probar toda la carta 

Taberna 1984 abrió sus puertas a principios de este 2025 y, después de solo unos meses de trayectoria, se consolidó como el restaurante donde se sirven las mejores tapas del Vallès al ganar el segundo episodio del programa de verano de Joc de Cartes emitido el pasado agosto. Con platos como sus albóndigas, coronadas como plato estrella por el chef Marc Ribas, de elaboración completamente casera, desde la salsa de tomate hasta las patatas fritas que las acompañan, o los macarrones gratinados de la abuela, se puede decir que se lo ha ganado a pulso. Taberna 1984 no destaca solo por sus platos, sin embargo: también por la calidad de su servicio, que hace que el rato que pasamos allí (tomando el vermut, comiendo o cenando) sea de lo más agradable.

Con el apetito abierto, pasamos a los platos fuertes. En la carta los encontraremos bajo la etiqueta de “platitos” y estas raciones, ideales para compartir sin llegar a ser demasiado, nos permiten pedir varios

Para empezar ligerito la cena en Taberna 1984 escogemos para picar unas gildas —¿quién dijo que estas banderillas de aceitunas, anchoa y guindilla eran exclusivas del vermut?— para continuar con unas buenas croquetas de sepia y calamar en su tinta, de esas que te dejan los dientes negros y con ganas de comerte más de una.

croquetes de sèpia i calamar
Como entrantes, croquetas de sepia y calamar en su tinta. / Foto: Orsolya Gazdagi 
tàrtar de tonyina
Tartar de atún rojo, con huevo frito y caviar de lumpo. / Foto: Orsolya Gazdagi

Con el apetito abierto, pasamos a los platos fuertes. En la carta los encontraremos bajo la etiqueta de “platitos” y estas raciones, ideales para compartir sin llegar a ser demasiado, nos permiten pedir varios. Así, primero nos llegan los macarrones, finos y con el queso bien gratinado que recuerdan a los domingos en casa de la abuela. Continuamos con una berenjena asada con crema de queso ahumado, sobrasada y miel que se deshace en la boca. Después, apostamos por un tartar de atún rojo salvaje con huevo frito y caviar de lumpo. Y no podíamos acabar sin probar las famosas albóndigas: sin lugar a dudas, deliciosas.

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Las famosas albóndigas caseras de la abuela con salsa de tomate y patatas fritas, el plato estrella de Taberna 1984. / Foto: Orsolya Gazdagi
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Torrijas con helado de leche merengada y tarta de queso con frutos rojos de postre. / Foto: Orsolya Gazdagi

Parece que no, pero todavía nos queda un poco de espacio para el postre. La elección recae sobre la tarta de queso con frutos rojos y una dulce y esponjosa torrija acompañada de una bola de helado de leche merengada. Poniendo el broche de oro.