En las fiestas de Santa Tecla de Tarragona del 2010 un grupo de intrépidos se sacaron de la manga un gran nombre —Santa Teca- para empezar a hacer de las suyas. Vinos naturales, gastronomía kilómetro cero y cultura en cualquiera de sus manifestaciones —tanto te pueden programar un recital de poesía, una mesa redonda, un concierto de pop o una sesión de electrónica—, todo bien apañado y aliñado con la hermandad de un equipo que lo tiene claro: "Creemos en la cultura como medio de desarrollo personal y social; nos enriquece: nos alimenta. Pensamos que alimentarse es una acción política de defensa del territorio. El ejercicio en defensa del comercio local tendría que ser propio de cualquiera de nosotros desde la escuela; el mismo que alimentarse bien y con conciencia".

¡Con este espíritu, la asociación cultural Santa Teca organiza jaranas extendidas por toda la provincia tarraconense, con tanto empuje como el Cantaperdius (¡qué otro buen nombre!) en La Nou de Gaià cada viernes por la noche de julio: música y gastronomía de pequeño formato con los vinos del Celler 9+. También en La Nou de Gaià hace tres años que celebran la fiesta del Cartusià, una feria de vinos naturales que reivindica el cartujano, una variedad autóctona de uva ancestral del Campo de Tarragona, con la música y la poesía de artistas como Hidrogenesse, Chaqueta de Chándal o Enric Casasses i Telefunken.

"Pensamos que alimentarse es una acción política de defensa del territorio. El ejercicio en defensa del comercio local tendría que ser propio de cualquiera de nosotros desde la escuela; el mismo que alimentarse bien y con conciencia".

En Escornalbou ya hace seis años que ocupan el castillo-monasterio durante un fin de semana y lo llenan de charlas, conferencias, debates, paseos con poetas, catas, shows culinarios y música en directo. Dicen que es un sitio ideal, con muchos rincones y opciones para hacer talleres y actividades para todos los públicos. ¡A finales de septiembre hacen el Fermenta!, en Montferri, una feria de fermentados con talleres, charlas y demostraciones acompañados de conciertos. El vino, el queso y el pan tienen todo el protagonismo al lado del kimchi, el kombutxa, el quéfir, el chucrut y otros productos que están de moda porque son buenos para la digestión y mil motivos más. El vino tiene un papel central con productores de la zona, en otras ediciones nos han acompañado haciendo talleres Vives Ambrós y Celler Tuets", explican.

Y desde el 2016 organizan la Embutada, la feria del vino novel de Tarragona. Con el epicentro en la plaza del Rei de la Part Alta —donde pescadores y castelleros celebraban la llegada de la cosecha—, es una fiesta que recupera la memoria y la tradición vitivinícola y hace valer el embudo. Están haciendo inventario de las bodegas de este barrio tarraconense: el primer año encontraron nuevo y ahora ya tienen más de cuarenta y cuatro. Quieren que se declaren bien cultural de interés local y trabajan con especialistas en arqueología y arquitectura. También trabajan para hacer visibles oficios perdidos como los toneleros y los lateros y apuestan por su recuperación.

La sostenibilidad y la soberanía alimentaria

Todas las actividades que proponen son gratuitas para el público y lo que consiguen asociándose con la Generalitat, la Diputació y los ayuntamientos son que la cultura vuelva al usuario final, que es quien paga impuestos. A las jaranas de Santa Teca nunca encontraréis ni Coca-Cola ni grandes marcas de cerveza: representan todo el contrario de lo que defienden y, por lo tanto, no tienen cabida. Alzamos el puño con ellos: "Ponemos el acento en la sostenibilidad, la soberanía alimentaria, una vida sana y el regusto picante del estilo flamboyant. Bajo el alquitrán hay las tomateras".