¿Te gusta el buen tomate? ¡Si es así, tienes que probar esta receta! ¿Qué variedad utilizar? La que más te guste, así de sencillo. Como verás, yo utilizo la variedad rosa de Barbastro. Como indica su nombre, procede de Barbastro, Huesca, y es de color rosado. Este tomate es el resultado de un proceso de selección artesanal llevado a cabo por los horticultores de la zona para conseguir un tomate muy grande, carnoso y de piel muy fina, con forma redondeada o ligeramente achatada. Visualmente, presenta unos surcos característicos y su carne es compacta, jugosa y con pocas semillas. Es muy sabroso, meloso, con escasa acidez y conserva el sabor genuino de los tomates de antaño. Eso lo hace ideal para su consumo en crudo.
Con respecto a los matrimonios, claro está, el resto de ingredientes, como la anchoa y el boquerón en vinagre, conviene que sean de buena calidad también. En nuestro recetario encontrarás todas estas recetas. ¡Ya estás tardando a ir a comprar todo lo que te falta! ¡Vamos a ello!
- Tomates de temporada en rodajas
- Anchoas
- Boquerones en vinagre
- Ajo
- Perejil
- Aceitunas tipo gazpacha
- Aceite de oliva virgen extra
- Alcaparras
- Sal
Prepara todos los ingredientes.
Los boquerones en vinagre los tendrás que preparar antes. De lo contrario, puedes comprarlos ya hechos.
Prepara la picada de ajo y perejil, con un buen aceite de oliva virgen extra y un puntito de sal.
Limpia bien los tomates.
Córtalos a rodajas gruesas.
De dos a cuatro rodajas por persona será suficiente.
Echa un generoso chorro de aceite de oliva por encima.
Un punto de sal, pero no mucho que la anchoa ya es salada. De hecho, casi que no necesitaría añadir más sal.
Coloca un filete de anchoa encima de cada rodaja de tomate.
Ahora, coloca también el filete de boquerón en vinagre.
Seguidamente, decora con unas alcaparras en vinagre.
Y también con unas aceitunas. Yo he utilizado las gazpachas, pero unas partidas, la arbequina, o las de la abuela también van bien, incluso las aceitunas con salsa mojo-picón. De nuevo, para gustos colores.
Acaba de colocar las aceitunas de manera que visualmente el plato resulte atractivo. Hay que esforzarse un poco con la presentación.
Para acabar, riégalo todo con la picada de ajo y perejil al gusto.
Este plato se puede comer frío (de la nevera), pero yo te recomiendo servirlo a temperatura ambiente, y así encontrarás mejor todos los sabores.
¡Buen provecho!