¿Quién no se ha ilusionado alguna vez con un delirio? Leo en las redes que la expresión "delulu is the solulu" se ha puesto de moda entre los adolescentes, aquello que ahora llaman generación Z, y vendría a significar que el delirio es la solución. Así que, sea o no la solución, me acerco al restaurante Deliri de Barcelona, situado en la Antiga Esquerra de l’Eixample, para disfrutar de la propuesta de David Morera, que intuyo que será delirante. Llego muy temprano, tan pronto como abren el local, que es pequeño y desenfadado, pero con mesas con manteles de tela, con la cocina a la vista y una magnífica terraza con cuatro mesitas.

 

A punto de celebrar tres años desde su apertura, el restaurante Deliri está recomendado por la prestigiosa Guía Michelin y la Guía Repsol. David Morera, que pasó unos años en el Coure de Albert Ventura, pero también alguna temporada en el Alkimia, los Tinars o el Dos palillos, confiesa que está muy contento del día a día del restaurante, también en el terreno personal, y me recuerda que le puso de nombre Deliri por la sensación de éxtasis que tienes cuando comes algo muy bueno.

sala vino
Restaurant Deliri / Foto: Víctor Antich

David lo que quiere es trabajar el mejor producto posible y mostrarlo tal como es partiendo de una visión tradicional. Se encuentra muy cómodo con poca gente en la cocina, es por eso que se va corriendo, pero antes me explica el plato que tengo delante: las colmenillas, que están rellenas de butifarra de perol y carne magra de cerdo ibérico, acompañadas de ñoquis de boniato que le proporcionan un punto dulce, por le encima añaden la salsa del asado. Están realmente extraordinarias y me parece que es una buena manera de despedirse de la temporada de setas hasta el otoño.

coñazos
Colmenillas rellenas. Restaurant Deliri / Foto: Víctor Antich

Le doy un trago al Can Noves, un vino tinto de viticultura sostenible cultivado en terreno volcánico en el Espacio de Interés Natural de les Gavarres, en Sant Martí Vell (Girona), y pienso que otro día tendré que probar el menú degustación; hoy no veía con ánimos para tanta comida.

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Arroz meloso de gambas. Restaurant Deliri / Foto: Víctor Antich

Empiezo con el arroz meloso con gambas que es su plato estrella. Partimos de un caldo de galeras que traen de Sant Carles de la Ràpita, las cabezas de las gambas las empapan con mantequilla y las cocinan a baja temperatura durante cinco horas, montan la mantequilla y la dejan descansar, preparan el arroz seco y van añadiendo poco a poco la mantequilla que han cocinado con un tartar de gamba roja por encima y un poco de salicor, ¡está tremendo! El objetivo es no maltratar el producto con salteados y frituras, cuando una cosa está de moda, David considera que ya no tiene sentido hacerlo.

sala clientes
Restaurant Deliri / Foto: Víctor Antich

Hablamos de los macarrones de la abuela, otro plato muy pedido, y también del Wellington en temporada de caza. Para los macarrones han mantenido la receta de su abuela Montserrat, que los rellenaba de pollo, ternera y cerdo, todo cortado a cuchillo y deshilachado.

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Fresas con tierra de chocolate. Restaurant Deliri / Foto: Víctor Antich

Cierro el festival con unas fresas con tierra de chocolate, miel de caña y un granizado de pimienta de Sichuan con una mousse de frutos rojos.

David Morera nos regala cada día su cocina sincera con una técnica impecable donde el producto es la piedra angular. El restaurante Deliri es un buen sitio que conviene pisar a menudo para no olvidar cómo es realmente la cocina de verdad.