Salvador Vergés es ganadero, ingeniero de puentes y caminos, emprendedor agroalimentario y portavoz de Agricultura de Junts per Catalunya en la Generalitat. El pasado diciembre, a raíz de unas entrevistas iniciadas por su padre en torno a los oficios que no necesitan corriente eléctrica, éste se topó con Marina Vilalta Fajula, de noventa y cuatro años, conocida (a partir de entonces) como la pastora en activo más vieja de Catalunya. Quién le iba a decir a una persona como Marina que ese encuentro traería tanta cola. Una mujer que, tal y como narra el propio Salvador, ha vivido toda su vida medio aislada, pegada a unas pocas ovejas a los pies del Taga y que sólo se ha alejado de Catalunya en una ocasión. Para conocer más detalles sobre la vida de Marina, puedes echar un vistazo a la plataforma Change.org, donde Salvador ha puesto en marcha una campaña para que se le conceda la Creu de Sant JordiAsí de entrada, es cierto que este gesto podría parecer exagerado. Pero, si consideramos (y cito textualmente el Decreto 457/1981) que "se crea la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya para distinguir a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, se hayan destacado por los servicios prestados a Catalunya en la tarea de defensa de su identidad y de restauración de su personalidad o más generalmente en el plano cívico y cultural", no se me ocurre una mejor persona que Marina para merecer este reconocimiento. Sin las pastoras y pastores, ¿qué sería de la carne de cordero de las barbacoas de los domingos, de los quesos de leche cruda de cabra o de oveja, o de los paisajes ancestrales vinculados a la ganadería extensiva? Y, más allá de la comida, Marina custodia también un aspecto trascendental de nuestra idiosincrasia: el cancionero tradicional. El cual, a través de un clic, podréis disfrutar gracias a las grabaciones de la plataforma Càntut

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Marina, sus perros y rebaño / Foto: Salvador Vergés

¿Por qué razón deberíamos poner a Marina al nivel de aquellos y aquellas que se ganan la vida con la explotación de su propia imagen?

El último hielero del Chimborazo

Llegados a este punto, imagino que ya habrás apoyado la iniciativa de Salvador (lo cual, y valga el apunte, es totalmente compatible con que votes a la CUP, Esquerra o el PP). Pero, si por el motivo que sea, todavía no lo has hecho, lo volveré a intentar; esta vez, de la mano de Baltazar Ushca Tenesaca, un hombre ecuatoriano que, a la edad de setenta y cuatro años, en 2017 recibió el título de doctor honoris causa por el Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia al considerarlo "el último hielero del Chimborazo". Como Marina, Baltazar es un hombre sencillo, que sin demasiadas pretensiones se ha ganado la vida con un oficio ancestral, en su caso, subiendo a un volcán a buscar grandes bloques de hielo con un burro para luego bajarlos a vender en un pueblecito para hacer granizados. Cuando a raíz de un modesto documental salió su personaje a la luz, el mundo entero se volcó en reconocer y valorar su oficio hasta el punto de acabarlo convirtiendo en un personaje famoso. Él, sin embargo, sigue acudiendo todos los martes y viernes a la montaña, ahora ya con setenta y ocho años y bajo la atenta mirada de las cámaras. Por tanto, si un hombre como él suscitó el interés y el respeto de un mundo que ha arrasado con las prácticas y conocimientos que hasta hace cuatro días llevaban a nuestra existencia, ¿por qué no deberíamos comprometernos plenamente con la Marina Vilalta? Una causa que, por otro lado, resulta inevitable no casar al hecho de que Marina sea también mujer y sea madre. Sin embargo, supongo hay una posibilidad, aunque remota, de que sigas sin firmar la petición: que no te fíes de nadie y necesites contrastar esta información en primera persona. En este caso, el tema merece una reflexión colectiva. Si Marina lleva toda la vida al margen, que nos acerquemos a conocerla, aunque sea con las mejores intenciones, seguro que estorbaría su alma asilvestrada. Y, de hecho, desde que Salvador reveló su lugar en el mundo, un chorreo de curiosos y periodistas no ha parado de perturbar el silencio característico de los cencerros de su rebaño.

foto2Baltazar Ushca Tenesaca extrayendo enormes bloques de hielo del Chimborazo / Foto: El Universo

Vivimos rodeados de Marinas, es decir, de personas talentosas que aman su trabajo y lo viven con compromiso y dedicación desde el anonimato

Creu de Sant Jordi al silencio

Es evidente que todas y todos necesitamos liderazgos y referentes. Y, por cuestiones que tienen que ver con esta naturaleza humana, sumado a los intereses económicos de algunas empresas y el oportunismo (y algo de talento) de algunos y algunas, en el mundo de la cocina y la alimentación, del que Marina forma parte indisoluble, estos referentes podemos contarlos con los dedos de ambas manos. Naturalmente, no seré yo quien repita por enésima vez sus nombres. Pero son 5, como muchos unos 10, los que una y otra vez suenan y resuenan en los medios de comunicación y espacios publicitarios. Con perdón, pero estoy agotado de tener que gestionar siempre las mismas caras y apellidos. El país desborda talento, energía, sensibilidad... pero siempre acabamos hablando de los mismos individuos. El caso de Marina debe hacernos meditar al respecto. Vivimos rodeados de Marinas, es decir, de personas talentosas que aman su trabajo y lo viven con compromiso y dedicación desde el anonimato. De hecho, es probable que tú seas una de estas personas, o que tengas muy cerca a alguien que merecería con creces la susodicha cruz. Si repasamos la lista de todos y todas las galardonadas últimamente, encontraremos los nombres de todo el grupo de cocineras y cocineros mediáticos que os mencionaba, pero también todo el grupo de deportistas, aparte de artistas, historiadores, economistas y todo tipo de oficios de bajo perfil. Sinceramente, que la misma cruz que sostuvo el mejor futbolista de la historia acabe también en manos de una vieja pastora, sin duda tiene algo emocionante, pero también de contradictorio. Quiero decir, ¿por qué razón deberíamos poner a Marina al nivel de aquellos y aquellas que se ganan la vida con la explotación de su propia imagen? Una mujer que se ha pasado los días paciendo en silencio contemplativo y alejada de la atenta mirada de los prejuicios y el ritmo frenético de la sociedad de consumo. Llegados hasta aquí, imagino que la petición de Salvador ya quedó firmada. Sin embargo, prepárate por si el año que viene debemos darle también la Medalla de Oro de la Generalitat. Te aseguro que esa distinción sí que le haría justicia.

foto3Condecoración del mejor jugador de la historia con la Creu de Sant Jordi / Foto: Daily Mail