La kombucha es una bebida producto de la fermentación del té. Por lo tanto, entre sus propiedades destacan las propias del té más la que presentan los alimentos fermentados (como los yogures). Sin duda, una presentación que ya anuncia buenos resultados. 

Al hablar de las propiedades del té debemos diferenciar cuál es la base. Aunque, ya sea rooibos, té negro o té verde, algunas de estas cualidades son muy similares. Así pues, entre los minerales, podemos decir que esta bebida destaca por su concentración de hierro, potasio, zinc, magnesio o calcio. 

En el apartado de vitaminas, cabe destacar que sus niveles no son elevados, pero sí es importante recalcar que tiene una inmensa variedad que abarca prácticamente todos los grupos. Del B encontramos: B1, B2, B3, B6, B12 y también ácido fólico, así como vitaminas C, D, E y K. Esto sin olvidarnos de todos los ácidos orgánicos esenciales.

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Beneficios 

Uno de los principales beneficios de la kombucha es que se trata de un alimento fermentado, al igual que el yogur, el kéfir o el chucrut. Así pues, estamos hablando de un estupendo probiótico que enriquece, protege y fortalece nuestra microbiota. 

Y ya sabemos que una microbiota sana (o flora intestinal) es la base para una correcta salud digestiva y un sistema inmune fuerte. 

Este beneficio es común a todos los tipos de kombucha, pero, como hemos señalado al principio, hay otros que son más específicos del té que se utilice. Así pues, el té verde es uno de los antioxidantes más efectivos y, por lo tanto, la kombucha elaborada a partir de este té también tendrá ese beneficio. Por su parte, si el té es negro, su bebida presentará propiedades antibacterianas. 

En este sentido, hay varios estudios en marcha que demuestran su eficacia contra la cándida, una levadura que provoca la famosa candidiasis vaginal.  

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¿Cómo tomarla?

La kombucha que hoy en día se comercializa no requiere ningún tipo de preparación. Se trata de una bebida carbonatada, lo que quiere decir que tiene un poco de gas de forma natural. También, debido a la fermentación del azúcar que se añade para comenzar el proceso, suele contener un poco de alcohol. 

Su sabor suele compararse con la sidra, con un protagonismo de lo ácido y un recuerdo dulce al fondo. Hoy en día hay kombuchas de sabores como de frutos rojos, con limón y jengibre o naranja.

Lo más habitual es tomarla como si de un refresco se tratase, incluso se puede añadir hielo para que esté más fresquita. En caso de que no te gusten las bebidas frías, puedes consumirla del tiempo. 

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Recetas con kombucha

A pesar de que el uso más extendido es equivalente al de un refresco, la kombucha tiene otros usos en la cocina. Debido a sus propiedades y sabor, esta bebida se puede utilizar para preparar refrescantes aliños para una ensalada (como sustituto de un vinagre suave), también para marinar carnes o pescados y, más fácil aún, para preparar batidos de frutas, así se consiguen bebidas más ligeras y con más propiedades nutricionales.

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Origen

Al indagar en la historia de la kombucha y su origen, siempre nos trasladamos a la antigua China, a hace unos dos mil años. Fijar la fecha es fácil, pero no tanto decidir quien fue la primera persona en producir y consumir la venerada kombucha. 

Unas historias nombran a un monje, mientras que otras leyendas ponen en el centro de esta historia a una anciana mujer. Eso sí, nuestro protagonista siempre tiene achaques de salud que le impulsan a buscar un remedio entre los productos que tenían en ese momento disponibles. 

Y así encontraron el que muchos denominaron el “hongo de la inmortalidad”. Una “receta” que no tardó en extenderse por el gran imperio chino y la cercana Rusia y que ha llegado a nuestros días. 

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El consejo

Preparar kombucha en casa es muy sencillo, pero también lo es que proliferen bacterias y hongos perjudiciales para la salud. Por eso, antes de ponerse manos a la obra, es vital informarse e incluso formarse en la materia para evitar disgustos. 

El hongo madre suele pasar de mano en mano, pero si no conoces a alguien que tenga ahora mismo, puedes encontrarlo en herbolarios o tiendas especializadas en fermentados, como las que también ayudan en la producción de kéfir. 

Además, en este tipo de comercios pueden darte las claves para producir tu propia kombucha sin peligros para la salud. 

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