Con la llegada del calor, los helados se convierten en un auténtico imprescindible en muchos hogares. Y entre todas las opciones del supermercado, los helados de tarrina ocupan un lugar destacado por su formato familiar y la posibilidad de disfrutarlos poco a poco. Sin embargo, a pesar de su apariencia tentadora y su supuesta cremosidad, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha encendido las alarmas con un reciente análisis: de los 32 helados de terrina con sabores clásicos como vainilla, chocolate o caramelo, solo cuatro han logrado superar el examen con nota. El resto, aunque abundan en las neveras de los supermercados, presentan una calidad deficiente, ingredientes que distan mucho de la receta tradicional y una carga de aditivos que hace cuestionarse su conveniencia.

Los únicos helados de tarrina que aprueba la OCU

Según la OCU, muchos de estos productos ni siquiera incluyen leche entre sus principales componentes. Solo ocho de los analizados emplean lácteos de forma exclusiva, mientras que la gran mayoría recurre a grasas vegetales como la de coco, palma o girasol, que poco tienen que ver con la cremosidad auténtica que se espera de un helado de calidad. Además, el azúcar, ingrediente esencial en su justa medida, también escasea: solo tres productos lo incorporan como único edulcorante, lo que evidencia un uso desmedido de sustitutos poco recomendables.

La mayoría recurre a grasas vegetales en lugar de nata natural / Foto: Unsplash

Aunque pensemos que tienen mucho azúcar, en la mayoría escasea

Uno de los puntos más preocupantes es la alta presencia de aditivos, con una media de cuatro por cada helado. Se trata de sustancias como colorantes, emulgentes y espesantes que, en muchos casos, ocultan la ausencia de ingredientes naturales como el huevo o la vainilla real. Entre los aditivos detectados destacan los E-442, E-471, E-472c y los E-14XX, todos ellos señalados por la OCU como poco adecuados para un consumo frecuente, especialmente en productos pensados para toda la familia.

La mayoría de estos helados contienen muchos aditivos / Foto: Unsplash

En este contexto desalentador, solo cuatro helados han logrado el aprobado. La estrella del análisis ha sido el Häagen-Dazs de vainilla, que destaca por su fórmula limpia: utiliza nata y azúcar como base, sin aditivos y con una excelente valoración en degustación. Le siguen el Häagen-Dazs de chocolate belga y el Carrefour Sensation de chocolate, ambos con buenos ingredientes, un único aditivo y un sabor logrado. En cuanto al sabor a caramelo, solo el Häagen-Dazs de caramelo salado consigue el visto bueno, mientras que el resto son rechazados por ser demasiado calóricos y poco equilibrados. En definitiva, si buscas un helado de terrina que realmente merezca la pena, es mejor mirar más allá del precio y optar por aquellos que apuestan por la calidad real, sin artificios innecesarios.