Prohibido el Frankfurt si eres del Barça: culers, hoy manda la Hansifarra. Así podría resumirse el fenómeno gastronómico que está conquistando Cataluña gracias a la imaginación de la chef Maria Nicolau y la familia del Soler de n’Hug, que han unido tradición y humor en un producto tan curioso como delicioso. La idea nace de mezclar la botifarra catalana, hecha con carne de cerdo de la granja del Lluçanès, con el espíritu del frankfurt alemán, creando una pieza que combina lo mejor de ambos mundos: se pica un poco más la carne de la botifarra, se le añaden especias auténticas, se embute en tripa natural y se cuece suavemente. El resultado es una elaboración que no solo juega con referentes culinarios, sino también con guiños futboleros que han hecho que esta propuesta circule por redes y grupos de WhatsApp como el nuevo emblema gastronómico del humor culé.
Prohibido el Frankfurt si eres del Barça
La chispa del invento surgió durante una conversación entre Maria Nicolau y los hermanos Abel y Pep Peraire, productores y alma del proyecto, quienes buscaban una manera ingeniosa de relacionar la botifarra con La Masia, en una especie de analogía culinario-futbolística que surgió “entre risas”, como ellos mismos explican. Lo que empezó como una broma casi interna acabó transformándose en una botifarra especiada, con su punto justo de comino, nuez moscada, pimentón, canela y otras notas aromáticas que redondean una mezcla sorprendentemente equilibrada. Según Pep, “el secreto está en la medida, como en todo”, y esa filosofía se nota en una hansifarra que puede comerse fría, frita, hervida o directamente a mordiscos, porque mantiene ese punto jugoso y de sabor honesto que solo tienen los productos hechos sin artificios.

La esencia de esta nueva creación está precisamente en ofrecer una alternativa al frankfurt tradicional, pero con la garantía de que aquí sabes exactamente lo que estás comiendo. Nada de colorantes, nada de añadidos extraños, nada de ingredientes misteriosos: únicamente carne real, especias de verdad y un proceso artesanal que reivindica lo local con orgullo. La hansifarra ya se puede comprar en el mostrador del Soler de n’Hug y también por encargo a través de la web o por WhatsApp, convirtiéndose en una opción ideal para fiestas populares, comidas improvisadas o incluso para una revetlla de Sant Joan donde una rebanada de pan con tomate y un buen trozo de hansifarra puedan dar energía para toda una noche de petardos.

La esencia de esta creación es ofrecer una alternativa al frankfurt tradicional
Lo más curioso es que este producto, que iba a ser una edición limitada, está encontrando un éxito tan rotundo que los Peraire se están planteando incorporarlo de manera permanente al catálogo. “Empezó como una broma, pero si la gente responde así, quizá tengamos Frankfurt catalán para años”, dicen entre pruebas, risas y degustaciones. Y puede que tengan razón: porque cuando una idea une tradición, humor, identidad y sabor, es difícil que no se quede. Y más aún si los culers la adoptan como su nuevo símbolo gastronómico.