El histórico propietario del bar Pinotxo Juan Bayén ha muerto este martes por causas naturales a la edad de 88 años. Conocido como Juanito por la gente más próxima, trabajó en el bar Pinotxo del Mercat de la Boqueria durante casi 80 años, convirtiendo este puesto en un emblemático local de Barcelona. Precisamente, hace solamente cuatro meses, el pasado mes de diciembre, anunció que se retiraba del bar.

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El mítico Bayén nació en el barrio del Raval de Barcelona en 1934, empezó a trabajar detrás de la barra del simbólico y honorífico bar Pinotxo con su madre Catalina ahora hace casi ochenta años. Catalina empezó haciendo bocadillos y cafés, pero con el tiempo, Juanito recondujo la oferta gastronómica a platos tradicionales de la cocina catalana como el capipota, los garbanzos con butifarra negra o los chipirones con judías, entre otros, recibiendo el Premi Ciutat de Barcelona de Gastronomia en el 2015.

La actual difícil situación del bar Pinotxo

El bar Pinotxo de la Boqueria cerró el pasado 20 de febrero por discrepancias entre Juan Bayén y sus sobrinos. El histórico local de este mercado no subió las persianas ese lunes, para ya no volver a hacerlo nunca más, al menos con la misma esencia. Aunque solo una semana después volvió a reabrir con el mismo nombre, pero con nuevos propietarios, esto fue un espejismo que duró pocos días. Después de descartarse un acuerdo entre los familiares que lo gestionaban, finalmente ahora son los responsables de otro local de la Boqueria los encargados de seguir manteniendo viva la llama: estamos hablando del Bar Central. Así pues, los nuevos propietarios hace unas semanas pusieron el nuevo nombre al local: El Mític Bar.

Solamente un mes después, el 20 de marzo, el Juzgado Mercantil 9 de Barcelona ordenó, como medida cautelar, retirar el nombre original del establecimiento al actual propietario de la parada. El bar Pinotxo era una sociedad compartida entre Juan Bayén y su sobrino, Jordi Assín, que seguía activa y, ahora, se deberá ver cómo continua esta cuestión. Es por este motivo que se emprendieron las acciones judiciales, con motivo del desacuerdo que reabrieran manteniendo el célebre nombre.

El maratoniano Juanito, en la memoria de toda Barcelona

Juanito, maratoniano de cuajo a ratos libres, corrió dieciocho maratones, una de ellas en la ciudad de Nueva York. Hasta hace escasos meses era habitual encontrártelo por Montjuïc sudando la gota gorda. Te decía: "He dejado de correr maratones porque las ganaba todas" y se reía. Durante años abría el bar cada día puntualmente a las 6 de la mañana, cuando todavía no estaban puestos los semáforos, así contaba con los amigos de las distintas paradas haciendo el café cada día antes de abrir el mercado. Con el tiempo se convirtió en icono de la Boqueria, era queridísimo por todo el mundo debido a su carácter afable y único. Pisar el Pinotxo significaba adentrarte en un tiempo pasado, un viaje de ida y vuelta en el que era revivir la historia la Boqueria de toda la vida, sin aditivos ni conservantes. Siempre decía: "¿Sabes cuál es mi problema? Que no estoy nunca cansado".