La congelación es un buen método para conservar alimentos, pero se tiene que hacer correctamente para que no pierdan propiedades. La descongelación se tiene que hacer adecuadamente para evitar la multiplicación de bacterias. La congelación idónea tiene que ser rápida. Se favorece mediante congeladores potentes, limpios, con espacio suficiente e introduciendo envases pequeños y previamente resfriados en la nevera, sumergidos en agua con cubitos de hielo o manteniéndolos un rato bajo el chorro de agua fría. ¿Pero qué pasa con la descongelación? ¿Cómo se tiene que hacer?

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¿Cómo descongelar los alimentos?

La descongelación idónea tiene que ser lenta y a temperaturas de refrigeración: es recomendable sacar la comida del congelador con una antelación de 12 horas y dejarlo a la nevera sobre un plato o bandeja que recoja el líquido que se genere. Lo más importante es no descongelar ningún alimento a temperatura ambiente. Si se hiciera así, las bacterias presentes en el alimento que han sido inactivas durante la congelación, se multiplicarían y se incrementaría el riesgo de toxiinfecciones alimentarias. Según remarcan varias organizaciones como la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA) o la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), estos son los consejos para descongelar acertadamente los alimentos.

La descongelación idónea tiene que ser lenta y a temperaturas de refrigeración: es recomendable sacar la comida del congelador con una antelación de 12 horas y dejarlo a la nevera

  • Tener las manos y los utensilios limpios cuando se manipulen alimentos, por ejemplo, al dividir trozos grandes de alimentos en trozos más pequeños.
  • Antes de descongelar, rompe los bloques grandes de pescado o gambas congelados dentro del envase.
  • Descongela solo la cantidad necesaria de alimentos y mantén el resto congelado.
  • En la nevera: conviene colocar el envase de la carne, el pescado o el marisco, sobre un plato o bandeja para que el líquido que se desprenda no contamine otros alimentos.
carne congelada
Antelación de 12 horas y dejarlo a la nevera / Foto: Pexels
  • En el microondas: es mejor descongelar el alimento en pequeñas porciones, parando de vez en cuando y removiendo el contenido. De esta manera se facilita la descongelación uniforme y se evita que el exterior se caliente y permanezca congelado el interior del alimento. Conviene cocinar inmediatamente estos alimentos, ya que alguna parte ha podido empezar a cocerse.
  • Descongela las verduras y las frutas bajo el agua corriente fría, preferiblemente al envase original.
  • Lee siempre el modo de conservación del alimento recomendado por el fabricante: hay ciertos alimentos, como las verduras troceadas que se venden congeladas, que se pueden cocinar directamente sin descongelar.

El congelador, una máquina del tiempo

Los datos del ACSA son evidentes: 1 de cada 3 alimentos que se produce en el mundo se acaba lanzando. Eso significa que se malbaratan 1.300 millones de toneladas de alimentos anualmente en todo el planeta y que solo con una reducción del 25% de esta cifra se podría acabar con la desnutrición mundial. Aquí puede tener mucho a decir un congelador. Porque actúa como una máquina del tiempo, un almacenaje culinario para evitar el despilfarro. Es un trasto capaz de detener los procesos bacteriológicos y enzimáticos que destruyen los alimentos: un objeto capaz de darnos tiempo y vida. Es, para decirlo en términos técnicos, una maravilla.