Este jueves se ha presentado la decimosexta edición del prestigioso Premio Vila Viniteca de cata por parejas, una convocatoria consolidada e imprescindible para los amantes del vino. El acto ha tenido lugar en el restaurante Gresca, donde los anfitriones, Quim Vila y su socio Siscu Martí, han dirigido unas palabras a los asistentes exhibiendo el nuevo cartel de este año, obra del diseñador José Antonio Roda.
El certamen es todo un éxito, como lo demuestra el récord de participación de este año, que ha llegado a las 120 parejas de catadores, que tendrán que acertar el país de origen, la zona geográfica, la añada, el tipo de uva, el elaborador y la marca del vino, ¡que se dice rápido! El concurso está dotado con 40.000 € de premio y tendrá lugar el 3 de marzo en la Casa Llotja de Mar de Barcelona, donde se puede asistir como público y así también poder disfrutar de vinos de más de cuarenta bodegas y de una cata de quesos, por eso de no pasar hambre.
Ambiente presentación Cata por parejas Vila Viniteca 2024
La presentación se ha hecho con una comida de hermandad que ha transcurrido en un ambiente distendido, donde los invitados teníamos que adivinar qué vinos nos daban a probar. Y así, con mejor intención que aciertos, nos han tenido entretenidos y hemos podido darnos cuenta de lo difícil que es realmente identificar un vino solamente oliéndolo y probándolo. Hago un espóiler: ¡casi ni uno acertamos! Cabe decir que los participantes se preparan durante meses para aspirar al premio y en muchos casos necesitan años de preparación y estudio, muchas catas, muchas botellas y mucha concentración para diferenciar a pies juntillas un montsant de un burdeos, una syrah de una garnacha o un vino joven de otro que lleve unos cuantos años en bota.
Selección de vinos para la ocasión
La comida que nos han ofrecido Rafa y Mireia es para enmarcar. El hojaldre de cebollas erizo; la tosta de caballa, mantequilla y finas hierbas, y el bikini de rebozuelos con comté ha hecho enmudecer a toda la mesa, que hemos acompañado con un Larmandier-Bernier Vieille Vigne du Levant Grand Cru Extra-Brut 2013.
Alcachofa con trufa y cúrcuma. Restaurante Gresca / Foto: Víctor Antich
La royal de gamba y cañaílla en vinagreta es excepcional, y la regamos con un Can Ràfols dels Caus blanco. Y con la alcachofa con trufa y cúrcuma hemos llorado de alegría, en este caso, de la mano de un F.X. Pichler Grüner Vetliner Dürnsteiner 2017.
Ravioli de sesos, trufa y mantequilla. Restaurante Gresca / Foto: Víctor Antich
El ravioli de sesos, trufa y mantequilla es un clásico del Gresca que iba regado con un Frank Cornelissen Munjebel Bianco 2020; el bogavante en fricassé, con un Pazo Barrantes Gran Vino de Guarda La Comtesse 2018, y el lomo de corzo lo han casado con un espectacular Château Cos d'Estournel 2011.
Finalmente, hemos cerrado la comida con un pastel de chocolate y el choux de vainilla de Madagascar, que son una maravilla; y os hago saber que esta vez casi hemos acertado el Toro Albalá Pedro Ximénez Convento Selección 1974.
Me despido de todo el mundo y nos emplazamos a encontrarnos el 3 de marzo en la Llotja de Mar para animar a los participantes y disfrutar de una jornada entre amigos con los mejores vinos y quesos. ¡Hasta la vista!