¿Qué pasa cuando pones ante un inglés, una mexicana, una italiana, un alemán (y unos cuantos más) tres palabras en catalán que no han oído nunca? Pues que la calle se convierte en un escenario de creatividad... y de respuestas que rozan lo absurdo. Esto es lo que ha sucedido cuando Ismael Ibrahimi y Gemma Ponce, periodistas del equipo de redes de Elnacional.cat, han salido por las calles de Barcelona para comprobar qué creen los turistas que quieren decir las palabras en catalán xiuxiuejar, t’estimo i pessigolles. ¿El resultado? Un auténtico festival lingüístico.
Xiuxiuejar: desde lavadora hasta chihuahua
Para muchos catalanes y catalanas, la palabra xiuxiuejar es una de sus favoritas. Su significado preciso, según el Optimot, es "hablar en voz muy baja, a la oreja de alguien. Ciertas cosas, hacer un rumor sordo y muy tenue". Y, realmente, cuando dices la palabra, parece que se defina por sí sola. Sin embargo, ¿qué opinan los turistas de Barcelona que podría significar?
Un inglés, desconcertado, solo puede preguntar: "¿Qué demonios es eso?". Una canadiense lo asocia con una lavadora, un alemán lo convierte en un chihuahua y una mexicana, optimista, lo interpreta como un "hola, ¿cómo estás?". Alguno ve en esta palabra un nombre de perro, otros ni se atreven a pronunciarla... y solo una vasca acierta de lleno: "Eso es hablar en voz baja, ¿verdad?". Punto para Euskadi.
T'estimo: delicioso, buena gente o... ¡testamento!
Con la palabra t’estimo, que quizás es más conocida internacionalmente, hay un poco más de acierto, aunque todavía hay quien se aleja del significado real. Una francesa se atreve con un "¿estim?", una bielorrusa dice "delicioso" y un alemán se ve obligado a imaginar un "testamento". La mexicana apuesta por "eres buena gente", pero las respuestas acertadas llegan de la mano de una italiana, una canadiense y la misma vasca, que traducen sin dudarlo: "te quiero".
Pessigolles? ¡Pásame las ollas!
Al preguntar a los turistas de Barcelona sobre palabras en catalán, el verdadero caos llega con pessigolles (lo que en castellano se conoce como cosquillas, en inglés como tickle y en francés como poêles). La mexicana lo convierte en un "pásame las ollas", la canadiense lo relaciona con algo "como un pastel" y un alemán decide que quiere decir "espaguetis". La vasca piensa en un vestido regional y la francesa se imagina una sandía. Ni rastro del verdadero significado: aquella sensación que te entra la risa cuando alguien te acaricia el cuello o la tripa con las manos.
En las redes, la reacción ha sido tan divertida como el vídeo. "Like a cake" ('como un pastel') y "pásame las ollas" se han convertido en frases estrella. Hay quien celebra que, al menos, "la vasca ha acertado un par" y quien aprovecha para recordar que muchos turistas ni siquiera saben que en Barcelona se habla catalán. Otros, más optimistas, explican que cuando alguien les pregunta por la calle, siempre responden en catalán y, con gestos y paciencia, se acaban entendiendo.
Entre el humor y la perplejidad, el vídeo deja una imagen clara: el catalán, para muchos visitantes, todavía es un misterio. Pero también es una oportunidad para compartir momentos, romper el hielo y, por qué no, arrancar unas buenas carcajadas. Quizás, la próxima vez que visiten la ciudad, el t’estimo ya no les sonará a testamento.