El fregadero es uno de los lugares más usados de la cocina. Allí se lavan platos, se enjuagan alimentos y, sin darnos cuenta, también se acumulan grasas y residuos. Aunque seas cuidadoso y evites verter aceites o líquidos prohibidos, tarde o temprano los malos olores aparecen. La buena noticia es que existe un truco sencillo y muy efectivo: disolver una pastilla de lavavajillas en el fregadero.
El procedimiento es tan fácil que cualquiera puede hacerlo. Solo hay que colocar una pastilla sobre el tapón, abrir el grifo con agua caliente y esperar a que se derrita poco a poco. El calor activa los componentes y permite que se liberen las enzimas desengrasantes y los agentes limpiadores. Una vez disuelta, basta con dejar reposar el agua unos minutos antes de abrir el desagüe. Así, la mezcla arrastra la suciedad acumulada en las tuberías.
Las ventajas de usar una pastilla de lavavajillas en el fregadero
Este método tiene varias ventajas. La primera es que ayuda a prevenir atascos. Las tuberías suelen acumular restos de jabón, grasa y pequeñas partículas de comida. Con el paso del tiempo, esa combinación se endurece y termina bloqueando el paso del agua. La acción concentrada de la pastilla de lavavajillas disuelta consigue romper esos residuos antes de que se conviertan en un problema serio.
Otro beneficio es que el fregadero queda más higiénico y brillante. Los restos de grasa que se adhieren al acero inoxidable se eliminan con facilidad. Además, el agua con detergente neutraliza las bacterias que provocan olores desagradables. El resultado es un fregadero limpio, con un aspecto renovado y un aroma fresco, sin necesidad de productos químicos agresivos.

Con una vez al mes es suficiente
Ahora bien, ¿cada cuánto conviene hacerlo? Los especialistas recomiendan aplicar este truco una vez al mes. No hace falta repetirlo con más frecuencia, salvo que notes olores persistentes o hayas tenido un atasco reciente. Un uso mensual es suficiente para mantener las tuberías despejadas y el fregadero en buen estado. Es una rutina sencilla que puede ahorrarte visitas inesperadas del fontanero.
Otro punto a destacar es que este truco es más ecológico y económico que recurrir a limpiadores de desagües comerciales. Muchas veces los productos líquidos contienen sustancias muy tóxicas que, además de dañar las tuberías a largo plazo, son perjudiciales para el medio ambiente. Las pastillas de lavavajillas, en cambio, ya están formuladas para limpiar con eficacia, y su uso en el fregadero es una alternativa más segura y respetuosa.