Cuando miramos unas bambas, lo normal es fijarse en su diseño o en los colores que tiene. Sin embargo, hay un detalle pequeño que suele pasar desapercibido: el agujero extra que aparece en la parte superior de los cordones. A simple vista parece inútil o decorativo, pero la realidad es que tiene funciones muy concretas que pueden marcar la diferencia en tu experiencia al correr.

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¿Para qué se usa el último agujero de las bambas?

A continuación, te explicamos para qué sirve exactamente y por qué deberías probarlo en tus próximos entrenamientos:

1. Ajuste más preciso
El primer motivo de su existencia es mejorar el ajuste de la zapatilla. Al pasar los cordones por este agujero, el pie queda mucho más sujeto en la zona del talón. De esta forma, se evita que el pie se deslice hacia arriba con cada paso y se gana en estabilidad. Esto resulta clave para corredores que buscan seguridad en cada zancada o que suelen entrenar en superficies irregulares.  

2. Menos riesgo de ampollas
Un problema común entre quienes corren largas distancias son las rozaduras y las ampollas. Estas aparecen por la fricción constante del talón contra la zapatilla. Usando este agujero adicional, el pie se mantiene firme en su sitio, reduciendo ese movimiento interno que provoca irritaciones. El resultado: entrenamientos más cómodos y menos lesiones en la piel.

3. Mayor soporte en tobillo y talón
No todos los pies son iguales, y quienes tienen una forma más estrecha a menudo sienten que la zapatilla les queda algo suelta. Con el sistema de “bloqueo” que permite este agujero, se consigue un refuerzo extra alrededor del tobillo y el talón. Esto aporta más seguridad y confianza, especialmente útil para quienes notan inestabilidad al correr o realizan entrenamientos de alta intensidad.

4. Confort en largas distancias
Cuando se acumulan kilómetros, cualquier pequeño desajuste se nota. Este sistema de cordones ayuda a que el pie permanezca estable incluso en tiradas largas, evitando la sensación de que la zapatilla se afloja con el tiempo. Gracias a ello, el corredor disfruta de mayor comodidad de principio a fin.

5. Una opción versátil
Lo mejor de este detalle es que no es obligatorio. Cada corredor puede decidir si lo necesita o no en función de su pie, de la zapatilla y de la distancia que vaya a recorrer. Es un recurso extra que te permite personalizar el ajuste según tus preferencias. Y si pruebas distintas formas de atado, descubrirás cuál es la que mejor se adapta a tu estilo de carrera.

De esta manera, ahora ya sabes para qué se usa ese último agujero en las bambas tan misterioso. Además, aunque haya poca gente que le dé utilidad, podrías empezar a ponerlo en práctica si tienes en cuenta los beneficios que comporta para tus pies, así que la próxima vez que vayas a hacer deportes ya lo sabes, ¡úsalos!