Hoy en día hacemos miles de fotos de absolutamente todo, de la comida, de los paisajes, de la gente, de las mascotas y, sobre todo, de nosotros mismos. Buena parte de todas estas fotos se queda indefinidamente en la galería del móvil, o al menos hasta que la capacidad de almacenaje del dispositivo lo permite. Pero muchas otras están hechas con el único propósito de lucirlas a las historias de Instagram ante nuestros seguidores. Sin embargo, es posible que la forma como compartimos estas instantáneas en el escaparate de 24 horas de duración de Instagram, en vez de hacerlas destacar, las estropee. Por eso, en la Tumbona de El Nacional.cat te traemos 5 consejos de la Generación Z para mejorar tus historias de Instagram este verano.

💘 Descubre los cinco lenguajes del amor y fortalece tu relación de pareja


✈️ 5 destinos de viaje ideales para los amantes de la adrenalina
 

1. Haz las fotos en vertical

Las cámaras fotográficas están diseñadas para hacer las fotografías en horizontal, y tradicionalmente, las hemos hecho en este sentido, ya que nuestra visión en el día a día es apaisada, y no vertical. Por otra parte, antes de que llegaran las televisiones de pantalla plana, la relación de aspecto más utilizada era la 4:3, que es más bien cuadrada. Con la llegada de las nuevas pantallas se pasó al formato panorámico 16:9. ¿Y qué tiene que ver esto con las historias de Instagram?

Vamos por partes. Primero de todo, es preferible hacer fotos con la cámara del móvil en vez de hacerlas directamente a través de Instagram. Así tendrán más calidad y además, podremos hacer unas cuantas seguidas para escoger después la que más nos guste. El problema es que la mayoría de cámaras de los móviles tienen configurado por defecto la relación de aspecto 4:3 por defecto. Eso hace que, en el momento de subir la imagen a Instagram, esta no ocupe toda la pantalla y deje franjas vacías arriba y abajo. Una opción es ampliar la fotografía para que llene todo el espacio, pero corremos el riesgo de cortar un detalle importante de la instantánea. Por eso, la alternativa es cambiar la configuración del teléfono y escoger el formato 16:9.

Por otra parte, las historias de Instagram obligan a hacer fotos verticales. Nadie nos impide colocar una fotografía en horizontal, pero quedará demasiado pequeña y tus seguidores centennials se querrán arrancar los ojos. En caso de que, por ejemplo, queramos mostrar un amplio paisaje que no se puede captar en un formato vertical, el mal menor es girar la fotografía y hacer que llene la pantalla de forma horizontal, hecho que obligará a quien la mire a girar el móvil o la cabeza. Otra opción, sin embargo, es utilizar el zoom 0,5 de la cámara, que permitirá captar más espacio en la fotografía a pesar de mantenerla en vertical.

2. No utilices filtros

Los filtros de Instagram estaban muy bien en el año 2013, pero una década después, utilizar el filtro 'Valencia' para darle un efecto más cálido a la historia es casi una infamia. Si encuentras que la foto está apagada o quieres modificar algún aspecto, lo más fácil es que lo edites con las herramientas que te ofrece el mismo móvil, o, si lo prefieres con una app de edición de imagen. Así podrás editar el brillo, la saturación, la calidez, corregir algún defecto o hacer el recorte que más te guste. Incluso hay apps que permiten modificar el cielo de forma realista y añadir nubes o simular una puesta de sol. Cuando te convenza la fotografía final, la podrás subir a la historia directamente.

Y en caso de que quieras experimentar con filtros, puedes explorar algunos nuevos creados por usuarios de la plataforma. Para hacerlo, tienes que ir a la cámara de la app y deslizar hasta el último círculo de la derecha, donde encontrarás una lupa que te permitirá explorar nuevos filtros. Los que te gusten los podrás guardar y después añadirlos a una fotografía. Solo tendrás que seleccionar la foto y hacer clic sobre el botón de arriba a la derecha que tiene un icono con tres brillantes.

3. Sé minimalista

Para colgar imágenes a Instagram no hay que ser un experto con la cámara, ya que al final es más bien una cuestión de marketing y, en este sentido, hay que saber adaptarse a las tendencias. Si años atrás era habitual un cierto barroquismo en las historias, añadiendo etiquetas con la temperatura, la hora, una frase y un emoticono —todo a la vez— ahora, la tendencia es minimalista y es preferible no añadir a ninguno de estos adhesivos. Sin embargo, la ubicación y los emoticonos son una excepción y todavía tienen un uso bastante extendido, pero con algunas condiciones. Estos adhesivos tienen que ser pequeños y se tienen que situar en un sitio que no ensucie la imagen. La idea es aportar información o emoción sin que interfiera con la foto.

4. Esconde las menciones de usuarios

Siguiendo la línea minimalista, es preferible esconder hashtags y menciones de usuarios. Para hacerlo solo hay que arrastrarlas fuera del margen de la fotografía, de manera que quedarán en un espacio no visible a los usuarios, pero seguirá estando activo el enlace que permitirá a las personas etiquetadas resubir la historia. Cuando añadimos una canción, sucede alguna cosa similar. Instagram permite mostrar una miniatura del álbum del artista o la letra. Si la intención es específicamente mostrar la canción, es lógico que dejamos la letra o la miniatura visibles, pero si la idea es que acompañe una imagen, tiene más sentido que escondamos el pequeño cartel con el título del tema musical y simplemente dejemos que suene.

5. Elige bien la tipografía

Por último, si escribimos un pequeño texto o una palabra para acompañar la imagen, es importante escoger bien la tipografía. Si preguntas a alguien de la Generación Z, te responderá que solo hay una tipografía buena en Instagram, la última de todas entre las opciones de la plataforma. Se trata de una con serif, clásica y sencilla, pero mucho más estilizada y pulcra que las otras ofrece la app. Si te aburres y quieres variar la letra con la cual escribes en las historias, solo te pedimos que huyas de la que se parece a la comic sans (sexta en las opciones de la app) y que, sobre todo, no mezcles diferentes tipos de letras en una misma historia.

Finalmente, una forma de dar más armonía es cambiando el color del texto con una tonalidad presente en la foto. Es decir, si por ejemplo fotografiamos un bosque donde el verde está muy presente, podemos escribir de color verde. La forma ideal es utilizar el icono del tintero para escoger un color que esté presente en la fotografía en vez de utilizar los colores predeterminados de Instagram.

Estos consejos no pretenden ser ningún tipo de corsé para la libertad artística a las historias de Instagram, tan solo una guía de cuáles son actualmente las tendencias en la plataforma.