La situación Gonzalo García ha cambiado radicalmente en apenas unos meses. El club apostó fuerte por él en verano, convencido de que tendría un papel creciente en el primer equipo bajo las órdenes de Xabi Alonso. Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta: no ha tenido minutos, no ha encontrado su espacio y su progresión está completamente estancada.
Y es que en el entorno de Gonzalo se reconoce que nada ha salido como se había imaginado. Xabi Alonso no le ha dado continuidad, ni oportunidades reales, ni un rol estable desde el que poder crecer. De este modo, el plan inicial se ha desmoronado, generando una frustración evidente tanto en el vestuario como en la dirección deportiva. A ello se suma que desde hace semanas se hablaba de una posible cesión al Getafe, una operación que satisfacía a todas las partes y que parecía encarrilada.
El Aston Villa entra en escena y lo quiere en propiedad
La situación dio un giro inesperado cuando el Aston Villa apareció con fuerza para intentar hacerse con Gonzalo. El club inglés no está interesado en una cesión, sino en un traspaso definitivo que le permita reforzar su proyecto a medio plazo. Para el futbolista, que solo quiere jugar y sentirse importante, la propuesta resulta muy atractiva. Y es que en la Premier tendría minutos, confianza y un entorno idóneo para crecer.
Este interés ha encendido las alarmas en el Real Madrid, donde la directiva ha hecho su propia lectura: si un jugador en el que se confió no ha logrado entrar en la dinámica del equipo, lo más lógico es abrir la puerta a una salida y que deje un buen dinero en el club. Un razonamiento que ha llevado a Florentino Pérez a tomar una decisión firme con Gonzalo. El presidente ya ha comunicado a Xabi Alonso que, si llega una oferta de 20 millones de euros, el canterano saldrá del equipo sin debate.
Florentino marca el camino, a pesar de Xabi
En el banquillo no ha sentado bien esta postura. Xabi Alonso considera que aún podía recuperar a un Gonzalo que brilló en Estados Unidos. Sin embargo, los hechos demuestran que no le ha dado cancha en ningún momento. Sin minutos, sin continuidad y sin un plan claro, el discurso del entrenador pierde fuerza ante la evidencia. En la cúpula del club lo interpretan como un caso más del peso limitado que suele tener la cantera en Chamartín: cuando no se rinde de inmediato, la paciencia se agota rápido.
Así pues, el destino del canterano se acerca cada vez más a la Premier, mientras el Real Madrid vuelve a dejar patente que solo los elegidos sobreviven al primer filtro del Santiago Bernabéu.
