Así como Vox establece un efecto rechazo en la mayoría del Congreso, a Junts per Catalunya le pasa lo mismo entre el espectro de la derecha y extrema derecha española. El Partido Popular ha fantaseado con la idea de seducir a los siete diputados juntaires para hacer a Alberto Núñez Feijóo presidente del Gobierno. Por eso, el coordinador general de los populares, Elias Bendodo, afirmó este jueves que su partido tenía "la capacidad de hablar con todo el mundo", en referencia al partido de Carles Puigdemont. En este contexto, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha asegurado en una entrevista en RNE que "por estatutos" su partido tiene "radicalmente prohibido" pactar con formaciones independentistas.

"Vox y el separatismo son antónimos. Nunca estaremos en una ecuación donde estén los separatistas". Así de tajante se ha expresado Garriga, que ha constatado que lo único que le interesa es saber "el día y la hora" en que Puigdemont volverá a España para que "las fuerzas de seguridad del Estado y el sistema judicial lo detengan y lo encarcelen". ¿"Cómo podemos validar a unas personas que históricamente han saqueado las arcas del Estado y han puesto en jaque los cimientos de la Constitución?", se ha preguntado uno de los hombres fuertes de los ultras en una entrevista radiofónica.

Garriga niega la crisis interna

La dimisión de Iván Espinosa de los Monteros y su sucesor en el Congreso, Juan Luis Steegman, han sumergido a Vox en un terremoto interno, a partir del cual el ala más integrista, liderada por Jorge Buxadé, está aplastando al sector ultraliberal. A pesar del alboroto, Garriga ha explicado que "a pesar de los intentos de enterrarnos", "Vox disfruta de una salud como nunca antes". "Estamos muy, muy fuertes porque estamos haciendo lo que queríamos hacer cuando nacimos", ha afirmado Garriga. Del exportavoz parlamentario, ha mostrado "gratitud por la labor ingente que ha hecho por España" y lo ha considerado "un amigo". Ahora bien, ha vuelto a atacar a los medios de comunicación, de quien ha lamentado una "campaña de manipulación" de las palabras de Espinosa, cuando aseguró que dejaba los cargos en Vox "por motivos familiares y personales". "Son teorías, fabulaciones y ficciones de terror", ha sentenciado.

El adiós de Espinosa de los Monteros del Congreso de los Diputados se ha complementado con la marcha de Juan Luis Steegmann, que lo tenía que sustituir como diputado. Este jueves Steegman ha anunciado que tampoco recogerá el acta y será relevado por Carla Toscano, la representante que dijo de la ministra Irene Montero, que su "único mérito" había sido "estudiar a fondo a Pablo Iglesias". En un comunicado, Steegmann aseguró que había sido un "honor inconmensurable" formar parte de Vox y agradeció a Santiago Abascal la oportunidad. "Mi agradecimiento a Santiago es para siempre", aseguró el exdiputado.