La última vez que Pedro Sánchez pisó el madrileño Pabellón de Convenciones de Casa de Campo fue el 6 de marzo. Este jueves 6 de julio lo ha vuelto a hacer. Cuatro meses exactos separan un acto marcado por la crisis de la ley del solo sí es sí en uno que sirve de apertura de la campaña electoral de las elecciones generales del 23-J. Ha cambiado estrepitosamente el tablero político desde entonces. A pesar de estar sufriendo una sacudida importante por culpa de la ley estrella del Ministerio de Igualdad, el PSOE se veía vencedor de cualquier convocatoria electoral que se le plantara delante. Dos meses más tarde llegó el 28-M, que hizo tocar de pies al suelo a los socialistas: Alberto Núñez Feijóo consiguió cambiar el marcador y situar al PP como favorito en las encuestas y en las urnas.

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El presidente del Gobierno se ha plantado este jueves en este mismo pabellón con la cuenta atrás activada: tiene 15 días para conseguir que su partido, el PSOE, y su aliado, Sumar, eviten que la suma de PP y Vox llegue a la mayoría absoluta. Minutos antes de empezar este acto, fuentes de Ferraz han asegurado que Catalunya se convertirá en uno de los principales campos de batalla en la pugna entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo para conseguir La Moncloa, y que Pedro Sánchez hará el acto central de su campaña en Barcelona el 16 de julio. Confían en que las encuestas que aparecen en los últimos días se hagan realidad y el PSC se convierta en la fuerza más votada en Catalunya, muy por encima del PP. En otras palabras, que el electorado catalán se convierta en el termómetro de todo el electorado estatal.

Con respecto al conjunto del estado español, el laboratorio de Pedro Sánchez confía en que Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal no consigan sumar 173 escaños, cosa que los situaría acariciando la mayoría absoluta. Fuentes del núcleo de Ferraz explican que el objetivo de los socialistas es que la suma de PSOE y Sumar llegue a 155 diputados; cosa que les permitiría pactar con el independentismo catalán y vasco.

Parte del discurso de Sánchez en el mitin electoral de este jueves, que ha marcado la apertura de la campaña del 23-J se ha centrado en Catalunya. Ante 1.400 personas, ha recordado que cuando él llegó a La Moncloa, la corrupción, el paro y Catalunya eran las principales preocupaciones de los españoles. "La tercera preocupación era el incumplimiento de la Constitución en una parte muy importante del país, y ahora la primera fuerza política en Catalunya es el PSC de Salvador Illa", ha destacado. En este momento, Pedro Sánchez también ha querido destacar que actualmente España tiene un "presidente limpio", en referencia a la insistencia del PSOE a Feijóo para que haga público cuánto cobra como líder del PP.

El 23-J empieza con PSOE y Sumar de la mano

Del mismo modo, el equipo de Pedro Sánchez tiene las esperanzas puestas en que el miedo a una coalición de la derecha y la extrema derecha movilice al electorado de izquierdas, ya sea para introducir en las urnas sobres con papeletas del PSOE o de Sumar. Sin embargo, para más inri, sus cálculos internos detectan que mucha gente que no votó al PSOE en 2019 sí que lo hará este 23-J.

Las elecciones de este 23-J están tan polarizadas que parte de la lucha del PSOE se enfoca en conseguir que Sumar saque buenos resultados. Es decir, hay circunscripciones con poca población que envían pocos diputados al Congreso y en que es clave colocarse en tercera posición. Este jueves, antes de entrar en este pabellón del gigante parque madrileño de Casa de Campo, el equipo de Sánchez cruzaba los dedos para un buen resultado de Yolanda Díaz en todo el territorio español.

Pedro Sánchez contraluz madrid casa campo - EFE
Pedro Sánchez, en un momento del primer acto de campaña del PSOE para el 23-J / Foto: EFE

Discurso del miedo

Pedro Sánchez ha hecho uso este jueves de una de las armas que ya empezó a afilar al día siguiente del 28-M: el discurso del miedo. Ha asegurado que si Feijóo llega a La Moncloa con la ayuda de Abascal, los derechos de las mujeres no estarán garantizados; y ha puesto como ejemplo las intenciones del gobierno de Castilla y León de perseguir el aborto. También ha asegurado que un ejecutivo de PP con Vox no haría políticas para combatir el cambio climático.