Tal día como hoy del año 1640, hace 382 años, y en el contexto de la Guerra Hispanofrancesa (1635-1659), la Generalitat ordenaba que Francesc Tamarit, diputado militar (equivalente a conseller de Interior) viajara a Perpinyà para evaluar los daños provocados por las tropas hispánicas de Felipe IV en la ciudad. Según las fuentes documentales (la correspondencia entre el Comú de Perpinyà y la Generalitat de Catalunya) y el posterior informe de Tamarit, la artillería hispánica había bombardeado indiscriminadamente objetivos militares (los baluartes ocupados por el ejército francés) y civiles (los edificios de la trama urbana) y había provocado el derrumbe total o parcial de 800 casas.

La masacre de Perpinyà era otra prueba de que los hispánicos practicaban la estrategia de tierra quemada en Catalunya. Desde el inicio de la ocupación militar (1635) —con el pretexto de combatir a los franceses en el frente sur—, los Tercios hispánicos se habían comportado en Catalunya como lo habrían hecho en cualquier país extranjero. La agresividad que proyectaban contra la población civil (en forma de robos, incendios, palizas, violaciones, amputaciones y asesinatos) fabricó un escenario de violencia generalizada que desembocaría en el Corpus de Sangre (7 de junio de 1640), punto de inicio de la revolución de los Segadores que conduciría a la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59).

Enrique de Aragón, nuevo virrey hispánico de Catalunya después del asesinato de Dalmau de Queralt, conde de Santa Coloma, tuvo noticias —a través de la Generalitat— de la masacre de Perpinyà y, después de Tamarit, se desplazó personalmente a la población. Según las fuentes documentales, quedó fuertemente impresionado por el estado en el que había quedado la capital del Rosselló, que hasta entonces había sido la segunda ciudad de Catalunya en términos demográficos y económicos. La masacre era tan evidente, y a la vez tan innecesaria, que Enrique de Aragón cesó a los capitanes hispánicos Geri de la Rena y Leonardo de Moles, máximos responsables del bombardeo de Perpinyà.