Tal día como hoy del año 1640, hace 385 años, en Barcelona, el pueblo se rebelaba y asaltaba una de las prisiones de la monarquía hispánica en la capital catalana. En aquel caso sería la que estaba situada en la plaza del Blat (en una torre de la muralla romana). El objetivo de aquel asalto era liberar a Francesc de Tamarit, encarcelado desde el 18 de marzo anterior. Tamarit era el diputado militar, una de las tres personalidades que gobernaban la Generalitat, junto con el diputado eclesiástico Pau Claris, presidente del Gobierno, y el diputado de las villas y ciudades, Josep Fontanella.

El cargo de diputado militar era designado por el estamento nobiliario del país (la baja nobleza que había resistido los efectos de la Revolución Remensa del siglo XV) con representación en las Corts Permanents. El diputado militar era la máxima autoridad militar del Principat y tenía la misión de comandar al Reial Exèrcit de Catalunya. Por este motivo, el diputado militar se le llamaría también consejero-protector. La misma figura en la Inglaterra de la época tenía la misma extracción social y la misma misión y se le llamaba Lord Protector.

Según el Dietari de la Generalitat, hacia las 10 de la mañana se sumaron más de 3.000 hombres armados con arcabuzos y pedreñales, que accedieron al interior de la ciudad venciendo la resistencia de los oficiales reales del Portal Nou (en la actual placita del Comerç). Después de una extrañísima sucesión de hechos, el carcelero Felip Sorribes abrió las mazmorras donde había recluidos Francesc de Tamarit y los consellers del Consell de Cent (la institución del Gobierno municipal) Francesc de Vergós y Lleonard Serra.

Los tres habían sido encarcelados por negarse a acatar la orden de alojar en las casas del país a la soldadesca hispánica (los Tercios de Castilla), que robaba, agredía, mutilaba, violaba y asesinaba impunemente a la población civil catalana. Aquellos hechos —que evidenciaban la mala fe de las autoridades hispánicas en la gestión de la crisis— precipitarían el estallido de la Revolución de los Segadores (Corpus de Sangre, 7 de junio de 1640) y el inicio de la Guerra de Separación de Catalunya (declaración de guerra de Felipe IV a Catalunya, del 1 de septiembre de 1640).