Tal día como hoy del año 1349, hace 673 años, se libraba la Batalla de Llucmajor, que enfrentaba a los ejércitos de Pedro III, conde-rey de la corona catalanoaragonesa; con los de Jaime III, conde-rey de la corona mallorquina-rosellonesa. El resultado de aquella batalla, favorable a Pedro III, significó el fin de la existencia del reino de Mallorca como entidad política independiente. El reino de Mallorca había sido creado setenta y tres años antes (1276) por el conde-rey Jaime I, que en su testamento había dividido sus Estados entre sus hijos Pedro II (que heredó el Principat de Catalunya y los reinos de Aragón y de Valencia); y Jaime II (que heredó el reino de Mallorca constituido a propósito, los condados de Rosellón y de Cerdanya, y el país de Arán).

Jaime III murió en aquella batalla, pero su hijo Jaime —que en aquel momento era un chico de trece años— sobrevivió. No obstante, no pudo ser proclamado porque las tropas catalanoaragonesas lo capturaron y Pedro III lo recluyó —con su madre Violante y con su hermana Isabel— en el castillo de Xàtiva y en el Castell Nou de Barcelona. Jaime (que en la genealogía de reyes mallorquines es llamado Jaime IV) estuvo recluido durante trece años, hasta que en 1362 unos agentes de la estirpe napolitana Anjou infiltrados en Barcelona le facilitaron la huida. El año siguiente (1363) se casó con la reina Juana I de Nápoles, pero tres años más tarde (1366) la abandonó, sin haber engendrado descendencia.

Después de este episodio napolitano, Jaime IV intentó, por todos los medios, implicar a varias potencias europeas en la recuperación de la corona de su difunto padre. Eso lo llevó a luchar en la Guerra Civil castellana, al lado de Eduardo de Woodstock, conocido como el Príncipe Negro y heredero al trono inglés, que combatía en Castilla a favor de Pedro nombrado el Cruel (último soberano de la estirpe Borgoña) contra Enrique de Trastámara, llamado de las Mercedes (primer soberano de estirpe Trastámara). Jaime IV murió en Soria el 20 de enero de 1375, veintiséis años después de la Batalla de Llucmajor, sin haber podido recuperar el trono. Algunos investigadores aseguran que murió a causa de unas heridas de guerra, y otros que fue envenenado por agentes catalanes.