Tal día como hoy del año 1937, hace 87 años, en Sabadell, moría Marçal Ballús i Bertran, que había sido el introductor del cine en Catalunya. El 1895 Ballús tuvo conocimiento de que los ingenieros franceses Auguste y Louis Lumière —más conocidos como los hermanos Lumière— habían inventado un aparato denominado cinematógrafo que era capaz de filmar y proyectar imágenes en movimiento. Con el cinematógrafo se habían empezado a rodar las primeras películas de la historia. Pocas semanas después de las primeras exhibiciones, Ballús se trasladó a la capital francesa y convenció a los Lumière para que le vendieran uno de aquellos cinematógrafos pioneros.

Cuando pasó eso, Ballús ya era una persona muy conocida en Sabadell. Era médico odontólogo y desde 1890 tenía consulta abierta en lo alto de la Rambla. Según sus biógrafos, había nacido y estudiado en Barcelona, y había llegado a Sabadell de forma casual (para cubrir una sustitución). El destino haría que su relación con la ciudad (personal y profesional) se intensificara de manera tal que, desde entonces, nunca la abandonaría. En Sabadell sería donde desarrollaría su otra pasión: la imagen. Mucho antes de la invención de los Lumière, Ballús ya era un gran aficionado a la fotografía y tenía un gran conocimiento técnico de esta disciplina artística.

El 27 de abril de 1897, en el teatro de los Camps de Recreo de Sabadell, Marçal Ballús proyectó la primera película de la historia del cine en Catalunya. Era la película muda Miss Fuller, y tuvo tanto éxito que esta iniciativa se extendió por toda Catalunya. Poco después (1901), Ballús arrendó el Teatro Cervantes y lo convirtió en la primera sala de cine estable de la ciudad y en una de las primeras de Catalunya. Durante aquella primera época, en el Cervantes se exhibieron películas que, poco antes, habían sido rodadas por los directores y productores pioneros del cine, los franceses Auguste y Louis Lumière, Georges Méliès y Charles Pathé.