Tal día como hoy del año 1486, hace 533 años, en Córdoba (Andalucía), Fernando de Aragón e Isabel de Castilla (conocidos como los Reyes Católicos) firmaban una pragmática que reordenaba las funciones de la Santa Hermandad y proyectaba su introducción a los países de la confederación catalano-aragonesa. Aquella pragmática formaba parte de un paquete de medidas destinadas a introducir instituciones castellanas a la Corona de Aragón con el clarísimo propósito de unificar los aparatos políticos y judiciales de la monarquía hispánica, siguiendo siempre el patrón castellano, y reforzar la autoridad de la corona. Poco antes (1482) habían introducido la Inquisición castellana en los países de la corona catalano-aragonesa.

La Santa Hermandad era un cuerpo policial creado en 1473 por el rey Enrique IV de Castilla (hermanastro de Isabel la Católica) para erradicar el fenómeno del bandolerismo castellano, que amenazaba la actividad económica de villas y ciudades. Poco después (1476), los mismos Reyes Católicos redimensionaron las funciones del cuerpo, le asignaron funciones judiciales y lo extendieron por la práctica totalidad de los reinos de la corona castellano-leonesa. De esta forma limitaban el derecho secular de la nobleza a perseguir la delincuencia y a impartir justicia, y se aseguraban el control total del orden público con una milicia propia y permanente, pero que se financiaba con un tributo especial impuesto a las ciudades.

El orden de despliegue de la Santa Hermandad en los países de la corona catalano-aragonesa quedó en nada, porque chocó frontalmente con las constituciones forales. En Catalunya, las instituciones de gobierno (Generalidad y consejos municipales) rechazaron la implantación argumentando que el país ya disponía de un sistema policial propio: el Sometent. Finalmente, la cancillería de los Reyes Católicos retiraría el proyecto y, posteriormente, la Santa Hermandad sería progresivamente sustituida por soldados de los Tercios. En Catalunya, los Tercios serían introducidos a partir de 1635 pretextando la guerra entre las monarquías hispánica y francesa (1635-1659).