Tal día como hoy del año 1808, hace 211 años, en el contexto de las guerras napoleónicas (1808-1814), la parte del ejército español que se había rebelado contra José I Bonaparte, levantaba el bloqueo sobre Barcelona. Anteriormente (13 de febrero de 1808), Barcelona se había entregado pacíficamente a las tropas napoleónicas del general Duhesme y, desde entonces, la nueva administración francesa había sustituido a los elementos más destacados de la destartalada administración española por nuevos funcionarios procedentes de París y de las clases intelectuales catalanas.

Las tropas españolas, comandadas por el capitán general Domingo de Traggia ―marqués del Palacio― y formadas por una parte del ejército regular, y por voluntarios del país que procedían de las capas sociales y culturales más tradicionalistas, intentaron repetidamente ocupar Barcelona. Pero lo que tenía que ser el ataque definitivo (8 de noviembre 1808) fracasó cuando las tropas de Duhesme salieron del cercado amurallado y rompieron el flanco derecho del ataque español: la columna comandada por el brigadier Ramon Caldaguès, que procedía de Sants y fue derrotada a la batalla de la Creu Coberta.

Acto seguido, el plan del general Joan Miquel Vives, que había previsto centrar el peso de la operación en el combate de la Creu Coberta, quedó impracticable. Finalmente, el 17 diciembre, cuando Traggia tuvo conocimiento que un cuerpo del ejército napoleónico comandado por el general Saint-Cyr era camino de Barcelona, ordenó levantar el bloqueo. Barcelona quedaría en manos de la administración francesa hasta el 28 de mayo de 1814, periodo durante el cual el catalán recuperó el estatus de lengua oficial (cooficial con el francés), y la capital catalana fue convertida en el "París del Mediterráneo".