Tal día como hoy del año 2015, hace 8 años, se celebraban las 11.as elecciones al Parlament de Catalunya desde la restauración de la Generalitat de 1980. En aquellas elecciones, las principales formaciones políticas que abogaban por la independencia de Catalunya (CDC y ERC), se presentaron en una plataforma conjunta denominada Junts pel Sí (Junts x Sí), que ganó ampliamente los comicios. Obtuvo 1.628.714 votos (el 39,59%), que se tradujo en 62 diputados de los 135 de la cámara. El tercer partido independentista que obtuvo representación fue la CUP, que obtuvo 337.794 votos (el 8,22%), que se tradujeron en 10 diputados.

Con estos resultados, el conjunto de partidos independentistas sumaban 1.966.508 votos, que representaban el 47,81% del voto y que se tradujeron en 72 de los 135 diputados de la cámara (cuatro escaños por encima de la línea que marcaba la mayoría). Por otra parte, los partidos contrarios a la independencia (PSC, Cs, PP, UDC) sumaron 1.712.133 votos, que representaban el 41,62% del voto y que se tradujeron en 50 de los 135 diputados. En un espacio intermedio quedó la coalición Catalunya Sí Que Es Pot, que en aquel momento no se posicionó ni a favor ni en contra, y que obtuvo 367.613 votos (el 8,94%), que se traducirían en 11 diputados.

Era la primera vez en la historia de Catalunya que el independentismo ganaba unos comicios. Aquel resultado representaba un salto político y social de gran envergadura, porque desde 1980 las elecciones habían sido dominadas por los partidos autonomistas (CDC, UDC, PSC), que abogaban por consolidar el autogobierno y profundizar en él. Tampoco durante la etapa de la Generalitat republicana (1931-1939) el independentismo había sido la opción mayoritaria. Aunque el partido independentista Estat Català —fundado por Macià— había sido el impulsor de la fundación de ERC, el partido hegemónico en la época, una parte muy importante de esa formación estaba integrada por los federalistas de Companys.

Para encontrar una situación equiparable, con la lógica distancia que impone el tiempo y el contexto histórico, tenemos que viajar hasta el 6 de julio de 1713, durante la última fase de la Guerra de Sucesión hispánica (1701-1714/15), que las cancillerías borbónicas de París y Madrid denominaron Guerra de los Catalanes. Hacía una semana que la alianza internacional austriacista había evacuado a sus últimas tropas en el Principat, y se reunieron los Tres Comuns (el equivalente al Parlament) para decidir la postura de Catalunya. En esa convulsa sesión, la postura de la resistencia a ultranza (75 diputados) se impuso a la de la capitulación negociada (45 diputados).