Tal día como hoy del año 1867, hace 158 años, en el marco de las Guerras de Unificación de Italia, el general Giuseppe Garibaldi iniciaba la invasión del territorio pontificio, el penúltimo objetivo del ejército unificador. Garibaldi —enfrentado a los dirigentes políticos del joven reino de Italia, especialmente con Cavour— había sido encarcelado en la cárcel de máxima seguridad de la isla de Caprera (al norte de Cerdeña). Pero pocas semanas antes, un complot formado por compañeros de batallas había conseguido liberarlo —en una operación rocambolesca en la que intervino un "doble"— y conducirlo hasta Florencia, donde le esperaba un grupo de unos 8.000 voluntarios llegados de todos los puntos de Italia, que habían sido reclutados totalmente al margen del ejército piamontés-italiano de la época.
El éxito de este llamamiento había sido posible por el gran prestigio que rodeaba la figura de Garibaldi, considerado por una parte muy importante del pueblo el verdadero héroe de la unificación. Esta aura contrastaba con la desconfianza que, entre los mismos sectores sociales, despertaba Cavour (primer ministro del rey Víctor Manuel II), que había entregado los condados de Niza y de Saboya a Francia, a cambio de la no intervención de Napoleón III en el proceso unificador italiano (24 de marzo de 1860). Desde entonces, se habían producido varias revueltas proitalianas en Niza (ciudad natal de Garibaldi), que el ejército francés había reprimido con una violencia extrema.
El 22 de octubre de 1867, Garibaldi con sus 8.000 voluntarios entró en territorio pontificio por Passo Coresse (a cuarenta kilómetros al norte de Roma). Rindieron la fortaleza de Monterotondo y acamparon en Casal di Pazzi (muy cerca de la actual estación de tren Roma-Termini). Pero los baluartes de Santa Constanza y de San Lorenzo —que le cortaban el paso hacia el interior de la ciudad— estaban defendidos por tropas francesas, armadas con fusiles de última generación. Para evitar una carnicería, Garibaldi retiró sus tropas; pero con aquella operación puso el pie en una conquista que se materializaría dos años después (general Cadorna, 20 de septiembre de 1870).