Tal día como hoy del año 1783, hace 242 años, la zarina Caterina II, llamada Caterina la Grande, firmaba el decreto de incorporación del antiguo kanato de Crimea al Imperio ruso. Aquella incorporación se había producido en el transcurso de las guerras que, desde el siglo XVI, enfrentaban los imperios ruso y otomano por el dominio de la costa norte del mar Negro. En aquel contexto, el kanato de Crimea (una entidad semiindependiente bajo la protección del Imperio otomano) había entrado en conflicto con el régimen de Istambul y había gravitado, progresivamente, hacia la órbita de los zares de Moscú. La zarina Caterina encargó al mariscal Pot'omkin la negociación con la familia Giray, que gobernaban el kanato de Crimea. Y después del acuerdo enviaron al coronel Josep de Ribas para que tomara posesión del territorio como nuevo protectorado del Imperio ruso.

Josep de Ribas y Boyons había nacido en 1749 en Nápoles y era hijo del catalán Miquel de Ribas y Boyons y de la irlandesa Margaret Plunkett. Algunas fuentes sitúan a Miquel (el padre de Josep) en Nápoles como alto funcionario de la Corona española (unos años antes, en 1735, el régimen borbónico español había usurpado el reino a los austríacos). Pero otras fuentes identifican al padre y a los abuelos de Josep como algunos de los millares de catalanes austracistas que, a la conclusión de la Guerra de Sucesión hispánica (1715), se habían exiliado en Nápoles (entregada a Austria en el Tratado de Utrecht, 1713) y habían sido incorporados a la Administración civil o militar austríaca. En cualquiera de los casos, Josep inició la carrera militar en el ejército español, sin embargo, una vez hubo obtenido el grado de capitán, lo abandonó y se alistó a la armada rusa como oficial.

En la armada rusa hizo una larga y provechosa carrera. El matrimonio con Anastasia Sokolova, hija de Ivan Betskoi, ministro de construcciones imperial, le abrió las puertas de la corte, y, enseguida, pasó a tener un papel muy relevante en el proceso de expansión territorial ruso en el mar Negro (las llamadas guerras rusoturcas). Se convirtió en el oficial de confianza del poderoso mariscal Pot'omkin y, además de recibir el encargo de la toma de posesión rusa de Crimea, se le encomendó la planificación y la construcción de una ciudad, Odesa, que estaba destinada a ser el principal puerto ruso en el mar Negro. Odesa fue diseñada por Ribas como una gran base naval y, al mismo tiempo, como una gran ciudad comercial y de servicios, y la diseñó con la traza propia de una urbe europea y moderna.