Tal día como hoy del año 1808, hace 215 años, en Bayona (País Vasco francés), Carlos IV —rey depuesto— y su hijo Fernando VII —rey proclamado después del Motín de Aranjuez— (quinto y sexto Borbones, respectivamente, en el trono de Madrid), vendían la corona española a Napoleón I que, poco después, la cedería a su hermano mayor José. La historiografía nacionalista española ha disfrazado aquel acto como una imposición del emperador francés a los reyes españoles, presionados e indefensos por su pretendida situación de secuestrados. Pero la realidad es bien diferente: Carlos IV y Fernando VII vendieron la corona por una cantidad pactada a satisfacción de todas las partes.

El día 5 de mayo se protocolizó la renuncia de Carlos IV (padre) a favor de Fernando VII (hijo), que no había sido posible con anterioridad por la forma en que el segundo había expulsado el primero del trono. Y al día siguiente, 6 de mayo, Fernando VII vendía la corona española a Napoleón I, emperador de Francia. Gracias a aquella venta, Carlos IV pasó a cobrar una pensión anual y vitalicia de cuatro millones de francos franceses de la época (unos ciento veinte millones de euros actuales), y la propiedad de castillo de Marracq, en Bayona. I Fernando VII, pasaba a cobrar la misma renta anual y vitalicia, y la corona del reino de Etruria (el antiguo ducado independiente de Toscana, convertida en un estado-títere de Francia).

Napoleón asumió, también, el compromiso de buscar una esposa para Fernando VII entre la realeza europea. Fernando sufría macrosomía genital (su pene tenía un tamaño extraordinario y una forma cónica), que lo había convertido en el hazmerreír de todas las cortes de Europa. En aquel momento era viudo de su primera esposa, Maria Antònia de Borbó, que había muerto, oficialmente, a causa de la tuberculosis, sin descendencia (1806). Tres meses y tres días más tarde (8 de julio de 1808), José Bonaparte llegaba a Madrid y era coronado legítimo rey de España. Pero Napoleón separó Catalunya de aquel lote y la incorporó directamente al Imperio francés como una región más.