El Deutsche Bank, uno de los mayores bancos de inversión del mundo y el cuarto europeo según el volumen de activos, acaba de propinar al gobierno español otro golpe en su credibilidad internacional haciendo añicos las previsiones económicas para este 2020 y para el 2021. Realmente, el pronóstico del banco alemán para el peor de los escenarios no puede ser más alarmante: una recesión del 19,5% y un crecimiento del 2,5% en 2021. Son cálculos, ciertamente, y en la banda baja de las expectativas de evolución de la economía española. Pero, si nos ceñimos al que sería el más probable, la caída del PIB sería del 15% y la recuperación el año próximo no pasaría del 6%. Son previsiones muy alejadas de las enviadas por el gobierno español a Bruselas, que no sitúa los dos dígitos de caída para este ejercicio y acerca el crecimiento para el 2021 al 7%. Los ministros enarborlan así un discurso de realización más que improbable: lo que perdamos este año, casi lo recuperaremos el siguiente.
Nada de eso va a pasar y, si se cumplen las previsiones del banco germano, seremos el país que más sufrirá esta crisis, por delante de Italia y Francia. Que sea un banco alemán el que haga estas previsiones es, además, especialmente problemático para España ya que contribuye a crear en el país un clima de pesimismo respecto a la economía. Es algo muy delicado habida cuenta del pulso entre el sur y el norte de Europa, la crítica posición alemana respecto al comportamiento de las autoridades españolas en la contención del gasto estos últimos años y el posicionamiento que ha tenido el Tribunal Constitucional respecto al comportamiento del BCE y la compra de deuda soberana de países con dificultades extremas.
El debate económico ya ha entrado de lleno en todos los países cogiendo el relevo, en muchos aspectos, al de la salud. Hay en todos los gobiernos más prisas de las que nos dicen por acelerar el desconfinamiento ya que las cuentas públicas están llegando a situaciones desconocidas. Apretar con un pie el acelerador (desconfinamiento) y con el otro el freno (vértigo a un hipotético retroceso), mientras el número de muertos por el coronavirus va en retroceso, pero sigue siendo elevado.
Una recomendación a los gobernantes: preparen discursos realistas y honestos, fuera de la demagogia, ya que la realidad nadie sabe cuál va a acabar siendo y no hagan promesas que igual no pueden cumplir. Las hemerotecas son muy malas compañeras para una carrera política y la ciudadanía es mucho más madura de lo que a veces piensan.
EN DIRECTO | La última hora sobre el coronavirus y sus afectaciones en Catalunya, España y el mundo
🦠MAPA | Los contagios de coronavirus en Catalunya por municipios y barrios
MAPAS | El impacto del coronavirus en Catalunya por regiones sanitarias