894 días después de echar el cierre al viejo Camp Nou, jugadores, staff técnico, socios, aficionados y junta directiva se reencontraron este viernes en el mismo sitio, dispuestos a levantar el telón de lo que será el nuevo Spotify Camp Nou. Un total de 23.000 personas pudieron disfrutar del primer entrenamiento del equipo de Hansi Flick, los de la zona habilitada, buscar su vieja localidad, recorrer una parte de las instalaciones para acceder al asiento y sobre todo soñar. Porque para mucha gente la jornada fue, sobre todo, un día de emociones. En unas pocas semanas, quizás el 22 de noviembre frente al Athletic Club, el primer equipo blaugrana volverá a disputar en su estadio partidos de competición oficial. En cualquier caso, el reto aparcado de muchos presidentes, que no se atrevieron a llevarlo a cabo para no levantar ampollas en la masa social, ya que obligaba durante un tiempo superior a dos años a ir de alquiler al Estadi Olímpic de Montjuïc, fue encarado por la junta directiva presidida por Joan Laporta que ahora dispone de una baza que, sin duda, tendrá su peso en la próxima contienda para la presidencia del club.
En esta prueba piloto, han sido 23.000 espectadores los que han llenado la tribuna y el gol, tanto de la primera como de la segunda gradería. En el debut en partido oficial podrán asistir unas 50.000 personas, algo menos de la mitad de los que cabrán cuando la reconstrucción del Spotify Camp Nou finalice del todo, entre los años 2027 y 2028, ya que su aforo será de 105.000 asientos y estará totalmente cubierto. Su altura será de 80 metros, el equivalente a un rascacielos de 25 pisos. Será el estadio con mayor capacidad de espectadores de Europa y el tercer estadio más grande del mundo tras el Rungrado Primero de Mayo, ubicado en la ciudad de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, con capacidad para 114.000 espectadores y el Michigan Stadium, donde en sus gradas pueden concentrarse hasta 107.600 espectadores para ver partidos de fútbol americano y donde juegan de locales los Michigan Wolverines, un equipo universitario de la National Collegiate Athletic Association de fútbol americano.
Con la vuelta al Camp Nou se acaba una etapa sin duda larga y difícil de llevar para muchos aficionados y se inicia otra más esperanzadora, como es la del retorno a la casa del barcelonismo
Ahora, superada con éxito la prueba piloto de apertura del Camp Nou, el Barça espera acelerar la obtención de la licencia 1B por parte del Ayuntamiento, la apertura del lateral, lo que ya significaría volver a jugar en el barrio de Les Corts y con una asistencia muy similar a la del Estadi Olímpic. Con la vuelta al Camp Nou se acaba una etapa sin duda larga y difícil de llevar para muchos aficionados y se inicia otra más esperanzadora, como es la del retorno a la casa del barcelonismo. La ausencia de 894 días es un periodo ciertamente largo y que vivido en el día a día por el socio barcelonista aún resulta más lento. Todo eso es comprensible. Otra cosa es la utilización que ha habido por determinados entornos por exagerar los incumplimientos en los plazos, que sin duda han existido, como se producen inexorablemente en todo tipo de obras. No existe un estadio de fútbol importante en que las obras de remodelación no hayan ido más allá de lo previsto. Las del Santiago Bernabéu, por ejemplo, duraron aproximadamente cinco años, comenzando en 2019 y finalizando, oficialmente, la mayor parte de la renovación en 2024. La construcción del nuevo Wembley estuvo plagada de problemas y retrasos, ya que tenía que estar completada en agosto de 2005 y no lo estuvo hasta el verano de 2007.
Con el tiempo, esta pequeña batalla será una anécdota y solo se tendrá en cuenta si el nuevo y remozado Spotify Camp responde o no a lo que es hoy en día un estadio de fútbol moderno, capaz de impresionar a los cientos de miles sino millones de visitantes que querrán verlo y contrastarlo con otros estadios ya existentes. Porque hoy, un campo de fútbol es mucho más que un lugar donde se enfrentan dos equipos para lograr la victoria. Hoy es sobre todo un lugar de ocio capaz de generar riqueza y que tendrá que ayudar a sanear las cuentas del club, que aún se encuentran muy perjudicadas después de la herencia que recibió Joan Laporta en 2021. Quizás, la parte más dura ya se ha hecho y ahora con un equipo remozado con jóvenes estrellas y una plantilla ambiciosa que está en condiciones de ofrecer unos años de títulos, es el momento de dar un salto que estabilice financieramente el club y permita mirar con un optimismo renovado el futuro.