Transporte e infraestructuras. Eterno pulso político entre Estado, Catalunya y Europa. Y más, cuando se trata de innovación. "No es un reto de futuro, es un reto de presente", que decía el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, durante la presentación del Observatorio del CETMO para la digitalización del transporte en el Departamento de Territorio, con la presencia de varios expertos en tecnología y transporte, en que se ha puesto a debate, el cómo, el cuándo y el porqué de la necesidad de transformar la manera como nos movemos.

Avanzar hacia una movilidad interurbana y también global, digitalizada y eficiente, tanto económica como sosteniblemente, es un reto se mire como se trate, y también lo es liderarlo por parte de las administraciones. Una mesa en la que se ha puesto en duda el laisser faire permanente y la iniciativa falta de resultados de las administraciones en este sentido. ¿"Cómo puede ser que hoy día todavía se esté debatiendo si el transporte público tendría que ser autónomo o automático o no?", se preguntaba el director de Proyectos Estratégicos de Metro a TMB, Ramon Malla. "No hay ninguna ciudad del mundo que haya hecho una línea automática y después las siguientes las haya hecho normales, porque la eficiencia del autónomo es evidente".

¿Pero cuál es el transporte del futuro? Según el director del Observatorio, Guillem Vall, se trata de adaptar la movilidad a las necesidades del ciudadano actual, en las que la rapidez y la sostenibilidad son temas prioritarios. Según ha explicado Valle, el objetivo de este observatorio, que empezará a trabajar este septiembre y consta de un proyecto piloto de dos años, es seguir "el ritmo de las disrupciones tecnológicas" y "centrarnos en las innovaciones que aportan valor añadir que nos ayudan a tener un transporte más sostenible en las vertientes medioambiental, social y financiera", además de "poner orden en un campo de estudio disperso". Y así crear, como dice el director del CETMO, Òscar Oliver, "un proyecto local y global al mismo tiempo, que sea reconocido por las Naciones Unidas como pionero y avanzado en términos de transporte."

El pulso permanente

Las infraestructuras y el transporte son a menudo tema de enfrentamiento político. Cuando menos, lo son entre Catalunya y España, y a menudo también a nivel local. En parte por la gran cantidad de dinero que mueve, en parte por las dificultades de gestión y en parte por la lucha de quién se queda el trozo mayor del pastel. Ejemplos tenemos diversos, desde el Corredor Mediterráneo que no acaba de llegar nunca a pesar de las promesas de Fomento, pasando por el conflicto entre los taxistas y VTC, y acabando con el ejemplo más reciente, el veto del Gobierno en el corredor 5G del Mediterráneo.

Esta última noticia ha creado una gran polémica durante los últimos días, un nuevo enfrentamiento entre gobierno catalán y español. Varias organizaciones económicas han posicionado al respecto, como la Cambra de Comerç, presidida por Joan Canadell, quien dice que "es un nuevo freno al crecimiento de la economía catalana", a la vez que alerta de que no tener este corredor "nos podría hacer perder el Mobile World Congress".

Repasando un poco, el conflicto entre los taxistas y las plataformas de VTC como Uber o Cabify en Barcelona, es muy representativo de un problema del cual Vall también alerta: "Los ciudadanos hemos evolucionado mucho más rápido que el transporte, y este va a remolque". Y es que la sensación que la tecnología "nos saca el trabajo" es un freno natural, pero en palabras de Malla, "tenemos que entender el cambio tecnológico y la digitalización como una oportunidad y no como una amenaza". Así, los conflictos sociales por cambios rápidos a nivel económico y laboral son difíciles de gestionar, "pero el conflicto de los taxis evidenció una constante de los gobiernos -estatal, autonómico y municipal- de pasarse la pelota y no actuar a tiempo".

Quien no corre, vuela

"Estamos convencidos de que no tardaremos a ver un autobús autónomo en nuestro país", aseguraba el presidente de la Asociación de municipios para la Movilidad y el Transporte Urbano, Jordi Xena. Y critica que "nos pasamos el día haciendo encuentros y workshops pero no hay cambio real", y avisa de que "si no lo hacemos nosotros lo harán los otros, nadie nos esperará como no nos ha esperado el Whatsapp o el Netflix".

En palabras de la consultora de movilidad y ciudades inteligentes, Anna Grau, "la digitalización es una evolución natural y acaba dependiendo cómo se instaura en función del entorno", y pone el ejemplo de "Viena, donde tienen un modelo de colaboración públicoprivada", que podría servir de modelo.

De hecho, como dice Xena, "la digitalización del transporte nos permitirá también una oferta flexible con más facilidad de acceso a la red de transporte público", en que la idea es basarse en "un algoritmo que gestiona en tiempo real los datos de los usuarios y permite gestionar eficazmente todas las opciones de servicio y planificar las rutas de manera eficiente y que se adapte a las necesidades de los ciudadanos".

Pero quien no corre, vuela; un mensaje que Malla tiene muy claro: "Hablamos de open todo el día pero en transporte estamos cerrados, estamos muy lejos. El mundo se beneficia de la apertura y nosotros no. Se va hacia la individualización del servicio y nosotros todavía estamos en la idea del transporte masivo", critica.

Según él, "hay que ir más allá de los límites tradicionales, hay que romper nuestros paradigmas, hay que volar más alto. Hace falta colaborar, cooperar y salir de esta endogamia de transporte público que tenemos".

Las cifras

A la cita no ha faltado el toque estatal. En el sitio que tenía que ocupar el secretario de Estado de Infraestructures, Pedro Saura, ha asistido la secretaria de Transporte del ministerio de Fomento, Maria José Rallo, a quien ha plasmado cifras que "el transporte y la movilidad son esenciales para los ciudadanos, y cerca de 900.000 personas en España tienen trabajo en estos sectores". En más, ha avisado que "las previsiones de aquí al 2050 es que la movilidad de las personas se multiplicará por 3 y de mercancías en más de 3".

Así, ha aseverado que hacen falta "cambios disruptivos del transporte", apuntando la digitalización y "el procés de descarbonización, y ha repetido, como se ha dicho tantas otras veces, que "es fundamental la colaboración entre gobiernos y también con la sociedad". Quizás la necesidad inmediata de la transición hará indiscutible esta colaboración. Mientras tanto, paciencia.