El corredor del Mediterráneo es uno de los deberes más urgentes del Estado. Un Estado que no cumple y se justifica en las trabas, que van alargando cada vez más la puesta real en marcha de la infraestructura que tiene que unir toda la costa mediterránea europea. Este ha sido el plato principal de la jornada de Expansión sobre el Corredor, donde han participado varios expertos y altos cargos de las infraestructuras clave de este entramado. Un debate sobre el trabajo hecho y la mucha que queda para hacer, las fechas incumplidas, la "incoherencia" del 'by-pass' en Madrid y una lista de justificaciones de "queremos, queremos" sin embargo "no podemos".

Uno de los momentos estrella de la jornada ha sido una pregunta del director adjunto del diario, D. Martí Saballs, que ha pedido a los ponentes y al público: "Que levante la mano a quien cree que de verdad el corredor del Mediterráneo entre Algeciras y la Jonquera estará operativo en el 2021". El silencio y la falta de gestos han llenado la sala. Después, alguna carcajada. Y es que el ministro de Fomento, José Luís Ábalos, dijo hace unos meses delante de centenares de empresarios y periodistas que "para marzo del 2019 ya estarán todos los tramos licitados, y sólo habrá que resolver la parte técnica". Al mismo tiempo, añadió que "el tramo Algeciras-Francia confío que en el 2021 estará prácticamente acabado porque ya estamos en la recta final".

Pero la realidad es que los plazos no se cumplen y el descontento generalizado se materializa en desconfianza. ¿Es impaciencia? Hace más de quince años que se habla del Corredor. ¿Es desesperación? Como dice el presidente del Puerto de Tarragona, Josep Maria Cruset, "nos tomamos las fechas límite como una broma, pero cada minuto que no tenemos a punto el Corredor, estamos perdiendo muchos millones".

Perdiendo el tren

La fecha de que Ábalos se atrevió a dar aquel 27 de septiembre del 2018, hoy nadie la menciona. La presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, no ha querido dar fechas concretas pero ha asegurado que se han ejecutado el 60,4% de las inversiones y que sólo el 39,6% quedan pendientes para acabarlo, lo que equivale a 9.521 millones de euros aproximadamente.

Al mismo tiempo, el secretario de Infraestructuras del Estado, Pedro Saura, ha ratificado las palabras de Pardo, y ha enfatizado la necesidad de ir inaugurando las inversiones ejecutadas, ya que "hemos invertido el 60% del total pero sólo está en servicio el 34%", y se ha lamentado de que "de momento, los retornos económicos y de tráfico no se están generando al ritmo esperado". Con todo, un apunte de Saura: El PSOE no podrá dar un mayor impulso al Corredor porque los Presupuestos para el 2019 no se aprobaron.

Por otra parte, el presidente de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), Ricard Font, ha alertado de la necesidad de poner en marcha al Corredor y el riesgo de que otras innovaciones alternativas lleguen antes. "El camión eléctrico y conectado a autopistas inteligentes está en la esquina, y el corredor no tanto. La economía encontrará alternativas en el sector ferroviario si este no es capaz de innovarse y ser más efectivo", ha avisado.

Por último, una crítica de la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa: "A mi entender no se ha priorizado el necesario en el tráfico de mercancías, cosa que es muy importante si queremos ser decisivos en este nuevo mundo. Necesitamos hacernos fuertes como puerta de Asia y de África, o nos moriremos".

¿Hasta Madrid? Justificando la "incongruencia"

El eterno debate del corredor mediterráneo es la visión radial de la infraestructura y el afán para que pase por Madrid. Esta ha sido la principal crítica del secretario de Infraestructuras y Movilidad, Isidre Gavín, quien ha exigido al Gobierno que abandone esta visión y ha criticado que Adif licitara la semana pasada la primera fase de conexión entre las líneas de alta velocidad Madrid-Levante y Madrid-Barcelona, -un 'by pass' en las afueras de Madrid que, por ejemplo, permitiría conectar Valencia y Barcelona en alta velocidad sin entrar en la capital.

En palabras de Gavín, es una "incongruencia total" y pide "un cambio de prioridades" en el Gobierno, que se conecten los puertos catalanes y que se adelante con la mirada puesta en Europa. "Que piense qué puede hacer esta infraestructura para generar valor añadido en el territorio conectante las exportaciones, las empresas y los puertos en Europa, no dentro de la Península. Para hacer eso no hacía falta el ancho internacional".

La presidenta de Adif no ha hecho esperar su respuesta a las quejas del secretario, asegurando que había hecho una "mala interpretación" porque la obra licitada corresponde "a la voluntad que un tren procedente de Barcelona pueda encaminarse del túnel de Atocha, que tiene una limitación en su crecimiento, hacia el túnel de Chamartín para dar máxima funcionalidad, capacitado y mayor explotación ferroviaria" al sistema.

¿Y qué aporta el Corredor?

Tantos dolores de cabeza aportarán recompensa, según los impulsores. Pedro Saura ha explicado en la intervención de clausura que "a medio y largo plazo el Corredor implicará un ahorro de tiempo en el transporte de mercancías del 40% y de un 35% en el de pasajeros".

Además, ha detallado que todos los corredores del Estado está previsto que aporten 50.000 millones de euros adicionales al PIB y 130.000 puestos de trabajo más en el 2030. "Es importante que los corredores estén funcionando y obtengan la máxima rentabilidad y los mayores retornos", ha concluido. Por último, todo eso se materializará también en una recompensa ecológica y de eficiencia global. Mientras tanto, paciencia.