El ministro de Seguridad Social del Gobierno, José Luís Escrivá, ha explicado este lunes ante el Congreso todos los detalles de la reforma de las pensiones que ya hace meses que negocia con los agentes sociales. La medida que más ha llamado la atención ha sido el pago de una cifra que podría llegar a los 12.000 euros para aquellos trabajadores que decidan alargar la vida laboral más allá de la edad de jubilación.

Concretamente, el ministro ha explicado que si alguien decide alargar su vida laboral podrán llegar a cobrar hasta 12.000 euros al año, en caso de tener derecho a las pensiones más altas y hayan cotizado 44 años y medio. Esta, según ha explicado Escrivá, es una de las medidas con las cuales la Seguridad Social quiere equiparar la edad real de jubilación, que actualmente se sitúa a los 64 años y medio a la edad legal, que es entre los 65 y los 66 este año 2021.

Para impulsar este retraso de la jubilación, Escrivá ha planteado exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social de empresas y trabajadores de forma generalizada y sin las restricciones existentes en la actualidad. En este sentido, ha propuesto también una serie de incentivos, que pasan por un "cheque" de hasta 11.000 euros cada año de demora en el caso de pensiones máximas, que podría incrementarse un 10% adicional en carreras de cotización largas (más de 44 años y medio) acercándose a los 12.000 euros.

Además, también habría otra opción, que sería un incremento del 4% de la cuantía de la pensión inicial por cada año de demora (enfrente del esquema actual que oscila del 2% al 4%), o una combinación de las dos propuestas.

Con respecto al actual sistema de jubilación anticipada voluntaria, Escrivá ha explicado que es "regresivo", es decir, favorece en aquellos que cobran pensiones más altas, siendo superiores a 2.100 euros las rentas que cobraron uno de cada tres nuevos pensionistas en 2020.

Se incentiva la permanencia en el empleo

Con los cambios que plantea el Gobierno, se elimina esta regresividad, mejorando la equidad, y se incentiva la permanencia en el empleo, con un sistema de penalizaciones decrecientes determinadas de manera mensual, ante el sistema trimestral actual, y "más bajos que los actuales en la mayoría de los casos", ha asegurado a Escrivá.

Con el planteamiento del Ejecutivo español, la regresividad actual "se eliminaría en seis años y de manera gradual", de manera que las personas a las cuales les quede este periodo para jubilarse no se verían tan perjudicadas.

En el caso de la jubilación anticipada involuntaria, Escrivá ha señalado que a los trabajadores que vengan de cobrar el subsidio de desempleo se les aplicará coeficientes reductores y que también se revisarán estos para rebajarlos y que tengan efecto de manera mensual.

Otra de las medidas para acercar la edad real a la legal de retiro, ha explicado Escrivá, es flexibilizar el uso de la jubilación parcial, limitante al mismo tiempo su abuso. Así, propone que solo se pueda concentrar en el primer año hasta el 60% de la jornada (enfrente del cien por cien de la actualidad), aunque se permitirá mantener en algunos casos el actual sistema, en el cual el trabajador trabaja a tiempo completo el primer año y en el segundo no lo hace en absoluto. Se trataría de casos de actividades peligrosas o que comprometan la seguridad de terceros y siempre que se pacte en el marco de la negociación colectiva.

Por otra parte, la propuesta del Gobierno pasa por no aplicar hasta los 68 años las cláusulas de jubilación forzosa con carácter general, para mejorar la tasa de actividad de trabajadores mayores. "La jubilación forzosa afectará en 2021 a más de un millón de trabajadores", ha evidenciado al ministro.