El Estado español es el undécimo de la Unión Europea con menos presión fiscal, según un estudio publicado por el Eurostat, la oficina de estadística europea. La recaudación de impuestos supone un 34,6% del PIB español, una cifra que se sitúa por debajo de la media de la Unión Europea (40%) y de la Eurozona (41,4%). De hecho, los datos del Eurostat indican que la presión fiscal en España ha caído en los últimos 10 años, pasando del 35,9% en el 2005, al 32,1% en el 2010 y al 34,6% en el 2015. El estudio indica con más detalle que en España el 12% del PIB está vinculado a los impuestos de producción e importación, de los cuales un 6,5% corresponde al IVA; el 10,1% a los de la renta y la riqueza; y el 12,3% a las cotizaciones sociales.

En el XXI Encuentro de Economía en S'Agaró organizado por la Fundación Olof Palme, el secretario de la Hacienda española, José Enrique Fernández Moya, anticipó que aunque los presupuestos del Estado para el 2017 se están negociando, no se prevé modificar ninguno de los principales impuestos.

A la mitad del ranking europeo

Los datos publicados por el Eurostat muestran que el Estado español está exactamente a la mitad del ranking europeo con respecto a recaudación en impuestos sobre la renta y la riqueza. Mientras que en el conjunto de la UE suponen un 13% del PIB, en España representan un 10,1%, del cual un 7,4% se debe a la presión fiscal de los ingresos individuales, y un 2,4% a los beneficios e ingresos de las empresas, es decir, al impuesto de sociedades. En el resto de la UE, la presión a las familias es dos puntos más elevada (9,4%), mientras que en lo empresarial es sólo una décima más (2,5%).

El porcentaje de impuestos con respecto al PIB es muy diverso entre estados miembros de la Unión Europea. Los que contribuyen más con sus impuestos a la riqueza del país son los franceses, con una presión fiscal que supone el 47,9% del PIB, series de los daneses (47,6%), los belgas (47,5%), los austríacos (44,4%), los suecos (44,2%), los finlandeses (44,1%) y los italianos (43,5%). En cambio, en Irlanda, donde los impuestos suponen el 24,4% del PIB, es donde contribuyen menos, seguimiento de Rumania (28%), Bulgaria (29%), Lituania (29,4%) y Letonia (29,5%).

Si se tienen en cuenta los tipos de impuestos, en Suecia es donde pagan más por producción y consumo, un 22,1% del PIB, seguimiento de Croacia (19,7%) y Hungría (18,9%). En la otra cara de la moneda se encuentra de nuevo Irlanda (8,9%) y Alemania y Eslovaquia (las dos con un 11%). Con respecto a los impuestos en la riqueza y los ingresos, los países con más presión fiscal son Dinamarca (30,4% del PIB), Suecia (18,4%), Bélgica (16,7%) y Finlandia (16,6%). En cambio, en Bulgaria (5,4%), Lituania (5,5%) y Croacia (6%) es donde la contribución de los impuestos sobre la renta al PIB es menor.