Costa Cruceros ha reanudado su actividad en el puerto de Barcelona con el fuselaje Costa Smeralda, que hace un viaje de siete días por el Mar Mediterráneo, según ha informado la empresa en un comunicado. De esta manera, la compañía italiana ha vuelto a operar cruceros internacionales desde el enclave barcelonés por primera vez desde la irrupción de la Covid.

Este barco es el primero de Costa Cruceros propulsado con gas natural licuado. El fuselaje ha entrado en el puerto barcelonés a primera hora y volverá todos los lunes para después llegar a Palma de Mallorca los martes, y continuar el itinerario hacia destinos como Sicilia, Roma, Savona y Marsella.

El presidente de Costa Cruceros, Mario Zanetti, ha explicado que "España sigue siendo un mercado de origen clave para Costa, y el segundo mayor mercado europeo de entrada de huéspedes de cruceros". Zanetti ha dicho que espera que el retorno "contribuya a dar apoyo al relanzamiento del ecosistema turístico y portuario y de la economía local después de un periodo muy difícil".

La compañía ha asegurado que los procedimientos de seguridad y salud se han reforzado mediante la adopción del Protocolo de Seguridad de Costa, desarrollado por la compañía junto con expertos científicos y las autoridades pertinentes, con el fin de ofrecer a nuestros clientes unas vacaciones seguras y serenas.

Entre las medidas aplicadas, está el distanciamiento social a bordo, pruebas de hisopo para todos los huéspedes antes del embarque y a mediados de crucero, pruebas rutinarias para la tripulación antes del embarque y durante su estancia a bordo; controles diarios de temperatura; excursiones protegidas; nuevas formas de utilizar los servicios a bordo; servicios sanitarios y médicos mejorados y el uso de mascarillas cuando sea necesario.

Aparte de este fuselaje, Costa Cruceros contará con dos cruceros más que se detendrán en Barcelona, el Costa Firenze, a partir del 4 de julio y lo Cuesta Diadema, a partir del 26 de septiembre.

Barcelona, hacia la normalidad crucerista

Costa Cruzeros no ha sido la primera empresa de cruceros que ha vuelto a Barcelona. Concretamente, Port de Barcelona recuperó la actividad de cruceros internacionales el pasado 26 de junio con la llegada del primer barco después de catorce meses de paro.

Un fuselaje de MSC ha llegado a puerto a las seis de la mañana con 1.500 turistas que habían embarcado previamente en puertos italianos. En Barcelona, además, embarcaron a 500 viajeros más. Aparte de Costa y MSC, todavía no hay una previsión concreta de cómo continuará esta reanudación de la actividad y el Port de Barcelona prevé nuevas escalas a partir del mes de julio, con las compañías Tui y Aida. En agosto llegarán también las compañías norteamericanas como Royal Caribbean.

La recuperación de la actividad será gradual y en ningún caso se llegará a las cifras del 2019, cuando Barcelona recibió 850 cruceros y 3,2 millones de pasajeros, según destacó la subdirectora general de Comercial y Màrqueting del Port de Barcelona, Carla Salvadó. El impacto de los cruceros en un año normal es, en Barcelona, de 9.000 puestos de trabajo y 1.000 millones de euros de impacto económico.