La crisis del coronavirus pone entre la espada y la pared los estados que la sufren y también la Unión Europea. El plan de choque del presidente español Pedro Sánchez ha dejado mucho a desear según los principales expertos del país, y comparado con las medidas tomadas en otros estados europeos, Sánchez queda falto de contundencia y de claridad. Hoy ha sido el economista Xavier Sala-i-Martin quien, desde hace días, está escribiendo en un blog sus pensamientos sobre las medidas económicas que se tendrían que tomar para afrontar la pandemia y, lo ha verbalizado hoy en una entrevista en Catalunya Ràdio.

De entrada, Sala-i-Martin ha avisado de que "estamos en un momento de economía de guerra, en la que las reglas normales no sirven y por lo tanto la intervención del estado es muy importante para ayudar a la gente que se quedará sin dinero." El economista considera que es el momento "excepcional" en que el gobierno tiene que ayudar en las empresas y trabajadores a subsistir, y avisa de que "si ahora empiezan a cerrar las empresas que van bien porque no tienen liquidez, después en vez de una crisis de 2 meses tendremos una crisis de 8 años".

Las etapas de la gestión

Sala-i-Martin diferencia la gestión económica del contexto en tres etapas: la precrisis, durante la crisis (ahora) y después de la crisis. De entrada, critica el hecho de que "la precrisis en Italia le podría haber llegado por sorpresa, pero nosotros ya estábamos avisados y no hicimos nada y por lo tanto algún día tendremos que pedir explicaciones a todos aquellos que no querían cancelar el Mobile World Congress, por ejemplo".

Durante la crisis, explica, "se tienen que tener la prioridad es que se acabe la epidemia. Desde el punto de vista económico se puede ayudar a acabar con la epidemia incentivando que la gente se quede en casa, ya sea subsidiando o posponiendo las facturas de la luz y el agua, e incluso el transporte de mercancías para que la gente no tenga que ir al supermercado", explica. Además, "la segunda cosa que se tiene que hacer es mantener viva la economía, porque si ahora empiezan a cerrar empresas que van bien porque no tienen liquidez y no pueden pagar impuestos y facturas, lo que nos encontraremos es que cuando se acabe el virus no nos recuperaremos, y en vez de una crisis de dos meses tendremos una crisis de ocho años como la última vez", avisa.

¿Por lo tanto, qué habría que hacer? "Mantener las empresas vivas". Eso pasa por "posponer todo tipo de pago de impuestos y devolver todos los IVA que se han adelantado. Lo que no se puede permitir es que todas las empresas que son solventes pasen a cerrar porque no tienen liquidez; es trabajo del gobierno garantizarla".

Además, también hay que mantener la salud mental de los trabajadores, "que no tienen que vivir con miedo sin saber qué los pasará". En este sentido, el economista pone medidas que se han hecho a otros países como ejemplo a seguir, como el pacto social que se ha conseguido en Dinamarca entre empresas, sindicatos y trabajadores para pagar los salarios de aquellos que no pueden trabajar".

Impulsar la economía después, "no ahora"

Pero tal como explica el economista, no es hasta el final de la crisis "cuando tengamos que hablar de medidas para impulsar la economía". En este sentido, explica que "bajar tipo de interés ahora, no sirve de nada, porque la crisis no es que la gente no consuma porque los tipos sean altos, sino que las persianas están bajadas y la gente está en casa. Por lo tanto lo que ha hecho la Fed no sirve de nada, las medidas de incentivos por el consumo vendrán después", aclara. "Se tiene que tener en cuenta cuál es el calendario y que las medidas que se aplicarán semillas no se tendrían que aplicar ahora, y en la inversa".

¿Quién lo paga todo?

Para Xavier Sala-i-Martin el decreto de Sánchez "queda corto en magnitud" y deja muchas dudas al aire, como "quién son los vulnerables en estas circunstancias". El economista defensa que hay que ayudar a la gente y las empresas a pagar las hipotecas, las facturas y los impuestos. Dice que "se tendrían que perdonar impuestos y posponer el pago de hipotecas, etcétera". La pregunta es: ¿quién lo paga todo eso? "En circunstancias normales", explica al economista, "si el gobierno se hubiera comportado como lo tenía que hacer" lo pagaría el gobierno.

En este sentido, recuerda que "durante las crisis, el estado tiene que tener déficit, pero durante la época de bonanza tiene que tener superávit y ahorrar para cuando venga otra crisis". Pero "ahora nos damos cuenta de que el gobierno no tiene ni un duro. Porque como desde que se acabó la crisis del 2008 el Gobierno se ha seguido endeudando y no ha ahorrado, ahora no tiene ni un duro y el problema es de dónde vendrá el dinero y poder hacer lo que comentábamos", critica al economista.

Ante esta situación, "la única posibilidad de que hay es que el BCE imprima dinero y compre deuda del Estado, y por eso es importante que aunque ya llevamos casi un mes de crisis en Europa, finalmente el BCE haya reaccionado con esta inyección de liquidez de 750.000 millones de euros" que anunció ayer. Con todo, muy crítico con la Unión Europea, asevera que "algún día cuándo acabe todo eso, nos tendremos que preguntar si la UE sirve de alguna cosa, porque en los momentos clave han sido desaparecidos".