Ya es definitivo: no estará Mobile World Congress (MWC) este febrero debido a la crisis por el coronavirus. Ni el llamamiento a la calma de las autoridades, ni las medidas de precaución que la GSMA -la organizadora del Mobile- había asegurado de cara los días 24 al 27 de febrero, fechas en que se tenía que celebrar el MWC, no ha servido para evitar la cancelación del acontecimiento. Después de que durante las últimas dos semanas haya ido aumentando el goteo de empresas que ha anunciado que no asistirá a la Fira por la alerta de coronavirus y la baja de hoy de Deutsche Telekom, una de las principales teleorperadores europeas, la GSMA se ha visto obligada a reunirse de urgencia por vía telemática con las teleoperadoras para tomar una decisión definitiva. Una reunión que ha contado el comité de la GSMA, que engloba grandes teleoperadoras como Telefonica, Vodafone u Orange.

Aunque en un principio, después de la reunión de urgencia de este mediodía, GSMA había decidido mantener el congreso y "esperar a ver la evolución del coronavirus", finalmente esta tarde la organizadora ha emitido un comunicado en que el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman, ha aseverado que se han visto obligados a suspenderlo finalmente y que la crisis del coronavirus y las consecuentes bajas de las principales empresas han hecho "imposible" mantener el acontecimiento. El comunicado oficial de la organizadora se puede consultar en este enlace.

Causas

La alerta generalizada por el coronavirus de China ha provocado que más de una treintena de empresas hayan decidido suspender su asistencia al congreso, entre las cuales marcas muy importantes como Ericsson, Nokia, Facebook, Rakuten o Cisco, entre muchas otras. Según fuentes consultadas, la noticia de la baja de la operadora alemana Deutsche Telekom puede haber acelerado la situación, y a partir de las dos del mediodía las bajas han seguido produciéndose, como Orange o British Telecom.

Pero nadie esperaba que, cuando hace un mes se empezó a conocer el coronavirus, la situación acabara en Barcelona, con la posible cancelación del congreso tecnológico más importante de Europa y para Catalunya. Todo empezó con la cancelación de LG, el gigante coreano, que fue la primera empresa a anunciar su renuncia al congreso. Lo que parecía que no tenía que ir más lejos, siguió con un goteo de cancelaciones que, por efecto dominó, por miedo a la enfermedad o por otros motivos, ha llegado a superar la treintena.